martes, 25 de marzo de 2014

Cirujanos psíquicos

La primera vez que alguien ve hacer una operación psíquica sobre el cuerpo etérico, le resulta como mínimo sorprendente, en principio parece ficción, un truco real, que en todo caso se intuye que pertenece al mundo de lo sagrado. El trabajo del sanador en estado de trance o semitrance es impactante, pero después de familiarizarse y entender este tipo de sanaciones, la valoración final suele ser el resultado que esta produce, en muchos casos, casi milagrosa. Es evidente y esta totalmente probado, que la alteración del doble etérico ocasiona efectos sobre el plano físico, este desajuste energético en los planos sutiles conlleva la aparición de enfermedades. De igual modo, el ajuste del doble etérico y el regreso de este a su estado de perfección inicial a través de las intervenciones psíquicas, actúa rápidamente sobre las dolencias o enfermedades existentes en el cuerpo físico del paciente.

Aunque esta materia esta llena de controversias, milagros y fraudes, este tipo de experiencias personales que podemos contar con cierta seguridad, nos dan la posibilidad de intentar entender a curanderos como "Pachita", que a través de sus estados de conciencia diferenciados, eran capaces de dar un paso más allá en las intervenciones psíquicas, convirtiéndose en verdaderos cirujanos de lo sagrado.

En la entada "Operaciones psíquicas" publicada en este blog, hicimos una introducción a los conceptos de sanación basados en la física cuántica y la teoría sintérgica, además de diferentes referencias al poder de la mente sobre la materia conocido como psicoquinesis. Describimos el campo cuántico por el cual se realizan las operaciones psíquicas, llamado por David Böhm, el orden implicado, o por los físicos actuales campo espacial, y que la Teoría Sintérgica de Grinberg lo denomina campo sintérgico.

También hemos hecho referencias a los cirujanos psíquicos más sorprendentes que han pisado este planeta. En una entrada anterior "ADN, cuerpos etéricos, y emociones" vimos también la posibilidad de que exista un nuevo campo de energía que desconocemos actualmente y que el ADN se comunica por medio de él.

En el libro “Psicomagia” de Alejandro Jodorowsky, encontramos algunas referencias en México del espíritu descendido del emperador Cuauhtemoc, que convertía a Bárbara Guerrero mas conocida como "Pachita" en una de las curanderas mas afamadas de la historia. Continuando con nuestras investigaciones sobre estos sorprendentes sanadores, hemos encontrado este interesante post en el blog "Las patillas de Asimov"

Las operaciones milagrosas de la curandera Pachita son todo un enigma, según la leyenda que se ha creado a su alrededor, realizaba cirugías psíquicas. Pero no sólo eso, además de poder operar un tumor, por ejemplo, era capaz de materializar instrumentos como tijeras, y órganos para realizar transplantes.

Lorenzo León Diez es el autor del artículo “El cuchillo de Pachita”. León Diez escribe que Alejandro Jodorowsky además de atestiguar varias operaciones, también participó en ellas, tal y como lo hiciera el psicólogo Jacobo Grinberg. Posteriormente, Jodorowsky, debido a un dolor en el hígado, se sometió a una operación con Pachita, escribe León Diez:

Como Jodorowsky ya operaba con Pachita, le declara su dolencia. Al frotarle el vientre con un huevo, como lo hacía con sus pacientes, la santa le informa: “Niño querido del alma, aquí tienes un tumor. Te voy a operar para arrancártelo de cuajo”. Lo ve palidecer y, riendo, le dice lo mismo que alguna vez a Grinberg: "Llevo más de setenta años operando, miles de personas han sido abiertas por el cuchillo del Hermano. Si hubiera ocurrido un percance a alguno de los pacientes, hace tiempo que estaría en la cárcel."

Con una irresistible curiosidad, Jodorowsky decide entregarse a la experiencia para saber qué se siente operarse en tan raras circunstancias. Se quita la camisa. Un par de tijeras aparece en la mano de la curandera. “Hizo un rollo con mi piel y dio un corte. Oí el ruido de las dos hojas de acero. Comenzó el horror. Aquello no era teatro. ¡Sentí el dolor que siente una persona a la que le cortan la carne con unas tijeras! Corría la sangre y pensé que me moría. Después, me dio una cuchillada en el vientre y sentí que lo abría dejando mis tripas al aire. ¡Espantoso! Nunca me había sentido tan mal. Durante unos minutos que me parecieron eternos, sufrí atrozmente y me quedé en blanco. Pachita me hizo una transfusión. A medida que escupía su extraño líquido por el tubo de plástico que me había embutido en la muñeca, sentí que me invadía un agradable calor. Después levantó mi hígado sangrante y comenzó a tirar una excrescencia que tenía. ‘Vamos a arrancarlo de raíz’, afirmó el gran hermano. Y yo padecí, aparte del olor a sangre y de la horrorosa visión de la víscera granate, el dolor más grande que había sentido en mi vida. Chillé sin pudor. Dio el último tirón. Me mostró un pedazo de materia que parecía moverse como un sapo, le hizo envolver en papel negro, me colocó el hígado en su sitio, me pasó las manos por el vientre cerrando la herida y al instante desapareció el dolor.”

En su artículo, León Diez escribe sobre la “explicación científica” a las operaciones de la curandera. Jacobo Grinberg desarrolló la “teoría sintérgica”, mezcla de mecánica cuántica y conceptos inventados por el mismo Grinberg. Miguel Paz ha escrito sobre cómo la teoría de las supercuerdas puede explicar el fenómeno Pachita.

Al final del artículo León Diez afirma: “La existencia de Pachita es un fenómeno médico, místico, cultural, pero especialmente un manifiesto energético. La masa de personas que pasaron por sus manos tuvo un impacto todavía insospechado en la psique popular, es más, historietas como Hermelinda Linda quizá no son ajenas a su actividad. El legado de las terapias como las que propaga Jodorowsky tienen a Pachita en su base. Teorías físicas como la que creó Jacobo Grinberg están sustentadas en las acciones probadas de la chamana; la subcultura de la mexicanidad que permea una vasta gama de expresiones, encuentra en el nombre de Pachita un argumento de su trascendencia e, incluso, el pensamiento lógico más fino, como el del dominico Cocagnac, aceptan la pureza de su espiritualidad. Las ediciones en puerta de la obra de Jacobo Grinberg serán un acontecimiento que renueve su enigmático mensaje que está en la raíz y la superficie de la cultura mexicana.”

El paradero de Jacobo Grinberg se desconoce. Lo que es posible decir con exactitud es que estaba interesado en el mundo de lo paranormal. Grinberg obtuvo el título de psicólogo en la Universidad Nacional Autónoma de México. Por su interés en los fenómenos paranormales es que en la cámara del sueño de la Facultad de Psicología se llevaron a cabo algunos experimentos con niños que aseguraban poder ver con la piel de las palmas de las manos, visión extraocular. No fueron pocos los problemas que Grinberg enfrentó debido a su curiosidad y, según dejó escrito, casi le cuesta su puesto de profesor en la universidad porque ninguno de sus colegas ha podido aceptar la existencia de ese “nivel de realidad”. ¿A que nivel de realidad se refería?

Grinberg convivió con una curandera llamada Bárbara Guerrero, mejor conocida como Pachita. Según Grinberg “durante las operaciones que realizaba ella era capaz de materializar y desmaterializar objetos, órganos y tejidos. El manejo de las estructuras orgánicas le permitían realizar trasplantes de órganos a voluntad, curaciones de todo tipo y diagnósticos a distancia con un poder y exactitud colosales”.

Grinberg presenció una gran cantidad de operaciones, operaciones que resultan inverosímiles; veamos un ejemplo:

El caso más extraordinario y el que me enseñó que realmente no existen límites, fue el de una niña, quien en una operación convencional había sido sobreanestesiada, dejándole su cerebro muerto por la falta de oxígeno. Los padres, desesperados después de ver una docena de neurólogos, dieron con Pachita y le pidieron ayuda. Pachita aceptó y la segunda operación que vi aquella primera noche, fue un trasplante de corteza cerebral en la niña sobreanestesiada.

Durante más de diez años me he dedicado a investigar algunos aspectos de la fisiología cerebral y aunque me considero bastante revolucionario entre mis colegas, jamás me imaginé, ni podría haber aceptado, que una parte del cerebro pudiera trasplantarse de un ser humano a otro. Jamás lo hubiera aceptado de no haberlo visto, pero el caso es que lo vi y eso me trastornó tan profundamente que a partir de ese momento, todas mis concepciones psicofisiológicas cambiaron. La niña era un “vegetal” que no se movía ni hablaba ni controlaba sus esfínteres. En esa operación, y en cuatro subsecuentes, Pachita cortó el cuero cabelludo con el cuchillo de monte y después abrió el hueso del cráneo usando un pedazo de sierra de plomero.

Yo veía eso y parte de mí pensaba que no era cierto y otra que era maravillosamente real.

Después Pachita hizo aparecer una sección de corteza humana, tomó un pedazo en sus manos, le lanzó su aliento y le ordenó que viviera: “¡vive!, ¡vive!”, le gritaba.

Después con la ayuda del cuchillo, introdujo el pedazo de corteza al cráneo de la niña y con una serie de movimientos extraños, lo dejó depositado allí. Por fin, la herida se cerró después de que yo fui invitado a colocar mis manos encima de la misma. A eso se le llamaba saturar. La niña fue vendada y devuelta a sus padres.

La operación se realizó sin anestesia, sin asepsia y considerando su magnitud y seriedad, lo que se podía haber esperado como mínima reacción era una meningitis fulminante. En lugar de ello, la niña se presentó a los 15 días para una nueva operación, sin infecciones, sin haberse muerto de shock postoperatorio y con algún síntoma de mejoría. De hecho, después de cuatro operaciones similares a la descrita, yo vi a esa niña empezar a tener movimientos voluntarios, balbucear vocablos, quejarse del dolor y molestias y sonreír, ¡sí! ¡sonreír!

Cuando yo vi sonreír a esa niña y alcancé a comprender los motivos de su alegría, entendí que lo más fundamental es lo de mayor alcance espiritual, lo que cualquiera comprende, lo que se encuentra presente en todos los niveles, lo clásico, lo que se siente como certeza y mismidad.

Para Pachita era cosa corriente abrir cuerpos, aparecer órganos (aportes), realizar trasplantes, etcétera.

Grinberg no sólo fue testigo de una enorme cantidad de operaciones, sino que tuvo en ellas un papel activo, pues los cortes o heridas se cerraban cuando él ponía sus manos sobre ellas: “Supe que debía colocar el algodón sobre la herida y colocar mis manos sobre él. Lo hice y la herida cerró instantáneamente. Me dieron una venda y cubrí el vientre con ella”.

Existen varias fotografías que muestran a Pachita realizando estos milagros, sin embargo, después de leer las descripciones del psicólogo, resultan decepcionantes, ninguna es sorprendente, se trata de imágenes iguales a las que muestran los “cirujanos psíquicos” de Filipinas.

Pachita decía que no era ella quien operaba, en realidad lo hacía el Hermano Cuauhtémoc: “Pachita decía que el espíritu del último emperador azteca trabajaba a través de su cuerpo realizando su trabajo. Ella se introducía a un trance transformando su personalidad y efectuando las operaciones...”.

Todas las historias que sobre ella se contaban motivaron a diversos “investigadores” a acercársele, en palabras de Pachita: “A mí me lleva la chingada con esa gente que viene a curiosear como si esto fuera un circo. Un día vinieron esos, ¿cómo se llaman?, ¡ah sí!, esos de control mental a investigarme. Me llevaron a una casa en la que había rayas de todos colores. Rojas, azules, verdes y negras. Un señor Silva me dijo que yo estaba en la negra. Hágame el favor, ese cabrón me quería nada más para meterme en lo negro. Luego me dijeron que buscara un enfermo con mi mente. Yo qué iba a buscar ni qué carajos. ¿Para qué? Luego otros me llevaron a la zona del silencio en Torreón para que les dijera lo que había allá. Puro pinche desierto y yo allí en medio. Encontré una tortuga y me la traje... Dicen que se paran los relojes y que no se oye la radio pero, ¿para qué sirve eso?, nada más buscan por buscar sin saber y por más que encuentran no se quedan satisfechos. ¡Si yo les contara todo lo que me han llevado a hacer! Un día me dijo un amigo que le ayudara a buscar no sé qué madres, en un terreno. Fui allí y me lo encontré lleno de excavaciones, me dijeron que les reportara lo que sentía y yo me quedé tal cual. Aquí sí que se trabaja, pero yo de eso sé menos que nadie. Yo nada más me voy y viene el hermano y ni me entero... Y luego vienen a invitarme a dar conferencias y yo ¿qué les voy a decir? ¡Se imaginan a esta pendeja hablando en una conferencia! A mí me gustan las buenas obras, las que de veras ayudan...”.

Pachita distinguía entre enfermedad buena y enfermedad mala. La enfermedad buena es aquella que tiene causas naturales y que puede curarse con medicinas convencionales, mientras que la mala es aquella que provocan los “daños”: “Alguien tiene una envidia y la persona envidiada recibe una carga energética que lo enferma... Los daños son las introyecciones de los malos pensamientos de los otros, son las malas intenciones detectadas a niveles corporales... Los celos enredan el espíritu; la envidia provoca daños. Luego es necesario hallarlos y echarlos fuera”. Pachita abría el cuerpo del paciente y extraía el daño; los daños se materializaban en forma de entidades oscuras a las que había que tratar de forma especial: se les envolvía en papel negro (como cuando Pachita supuestamente operó el hígado de Jodorowsky). Estas entidades también eran llamadas seres del bajo astral.

De igual forma, Pachita era capaz de corregir un diagnóstico médico: “Ya sé, dicen que tienes cáncer pero eso no es cierto. Vas a curarte y vienes otro día para ver cómo sigues y para cambiarte tus riñones. No le hagas caso a los médicos, te han debilitado con sus lavadas y técnicas de... ¿cómo se llama? Quimioterapia...”.

Grinberg trató de explicar todos estos fenómenos recurriendo a la mecánica cuántica, la neurología y a otros conceptos de su invención. Dejó claro que los portentos de los que fue testigo eran auténticos: “Muchas personas me han preguntado si lo que describo sucedió tal y como está relatado. La respuesta es absolutamente afirmativa; no existe aquí invención o falsedad; todo sucedió exactamente tal y como se presenta”.

viernes, 21 de marzo de 2014

Las energías sutiles del ser humano II

La iluminación espiritual (Parte segunda).

La transformación del prana o energía vital que desde el cuerpo astral se proporciona al cuerpo físico, es uno de los aspectos a conseguir en las técnicas que estamos exponiendo. Algunos de los ejemplos más espectaculares de esta particular transformación pueden verse en los casos de yoguis que han sido enterrados durante largos periodos, y que sin embargo permanecen vivos. Se cree que tal cosa es posible a la acción del chackra Vishudda o chackra de la garganta, que cuando se activa, permite a la persona subsistir directamente de la energía astral. Esta energía penetra en el cuerpo directamente desde el Bindu-visargha que significa literalmente "la caída de la gota" refiriéndose al néctar producido en "la sede del néctar".

Según la tradición, el punto Bindu se encuentra cerca de la parte superior del cerebro, hacia la parte posterior de la cabeza. Allí se ubica un pequeño hoyo que contiene una reducida cantidad de secreción líquida. Los nervios craneales emanan desde ese punto, incluyendo también los del sistema óptico. Cuando el néctar divino empieza a descender y penetra por todo el cuerpo, se hace posible que la persona como en el caso de los yoguis, pueda subsistir durante largos periodos sin aire, alimento y bebida, pero este tema lo trataremos más adelante con mayor dedicación.

Los asanas del yoga

La idea de asana no tiene nada que ver con el ejercicio físico, como muchas veces se asocia en occidente. Asana significa postura, una posición corporal en la que cuerpo y mente se encuentran relajados. Los asanas se practican mediante movimientos suaves una respiración profunda y una acentuada concentración. No es necesario ni conveniente que uno se esfuerce. Mediante los asanas se tonifican las funciones de los órganos internos y los sistemas muscular y nervioso.

Grupo 1 - Asanas para la circulación del prana

Según el Ayurveda, un clásico de la antigua medicina India, el cuerpo está controlado por tres "humores" la flema (Kapha), el viento (Vayu) y el ácido o bilis (Pita). Si se produce cualquier irregularidad en la función de estos tres elementos se desencadena finalmente la enfermedad.

El viento o Vayu no son solo gases, es un tipo de prana concebido como un sutil fluido corporal que fluye por los nadis. En las articulaciones es donde más se obstruye el flujo de la energía. Este primer grupo de asanas llamadas Pawanmuktsana son ejercicios concebidos para soltar ese aire favoreciendo la corriente obstruida de prana a través de los nadis.

En la medicina China se postula que existen doce meridianos mayores de energía Ki que recorren todo el cuerpo, la mayoría de ellos se relacionan con un determinado órgano interno al que atraviesan. Los puntos terminales de estos meridianos se localizan en los dedos de las manos y de los pies y son conocidos como puntos "sei" o "manantiales". La posición de los catorce puntos sei de los doce meridianos mayores, más los meridianos del conducto estomacal y del diafragma, se indican en el siguiente diagrama, siendo virtualmente idénticos para ambos lados.


Por estos puntos sei penetra la energía Ki. En el caso de las enfermedades agudas, la acupuntura o la moxibustión produce un efecto inmediato en los puntos sei. El Pawanmuktsana o ejercicios de cerrar las manos y doblar los dedos de los pies, estimula directamente los puntos sei y activa mejor la circulación de la energía Ki o Prana.

Los puntos "gen" u "origen" se localizan según la medicina China en la muñeca o en el tobillo o entre puntos sei y la articulación, los asanas de doblamiento y rotación de la muñeca y el tobillo, estimulan estos puntos gen y normalizan las funciones de los órganos internos relacionados con los doce meridianos.

Grupo 2 - Asanas para regular el Sushumma

El objetivo fundamental de estos asanas es fortalecer y ajustar el Nadi Sushuma,es decir el canal central psiquico que corre a lo largo de la espina dorsal. El desplazamiento de las vértebras dorsales es perjudicial para el flujo del prana, provoca alteraciones en los nervios y órganos internos, al igual que en los nadis y los chackras que ellos controlan.Las asanas de este segundo grupo estan concebidas para corregir los desplazamientos vertebrales, y ayudar a la purificación del Sushumma. Este es un paso imprescindible para despertar los chackras.


Grupo 3 - Asanas para la meditación

Estas posturas para la meditación conocidas por todos, aportan firmeza mental, la cual es el primer paso hacia un estado de adecuada meditación. Puede utilizarse de forma eficaz como ayuda a la meditación espiritual, o para el control del deseo sexual.

Los asanas por tanto son métodos del yoga para mejorar la circulación del prana y de la sangre, para corregir las alteraciones de la columna y para activar los nadis y el sistema nervioso, en resumen para armonizar el cuerpo físico.

Pranayama y bandhas

La filosofía yóguica sostiene que el prana o fuerza vital penetra todo el cosmos e impregna todas las cosas, estando esta fuerza vital muy vinculada con la respiración. Pranayama significa técnicas para controlar el prana.

El pranayama no son una serie de ejercicios respiratorios, los objetivos del pranayama son los siguientes:

- La absorción de prana en el cuerpo de energía sutil o astral mediante la visualización del proceso.
- El incremento de la corriente de prana mediante los nadis sutiles.
- La conversión de la energía sutil en energía vital de la dimensión física, mediante el funcionamiento de los chackras que conectan los nadis sutiles con el cuerpo físico.
- El incremento de la circulación de energía a través de los vasos sanguíneos, de los nervios y de los meridianos.

Así pues el pranayama es un grupo de métodos utilizados para absorber y hacer circular prana en los cuerpos astral y físico, y por tanto un método para fortalecer ambos.

El término bandha significa sostener o tensar. En estos ejercicios distintas partes del cuerpo se contraen o tensan de forma suave pero firme. Los bandhas ayudan a mejorar la salud física mediante el masaje de los órganos internos, estimulando y movilizando la sangre estancada.

Estos bandhas influyen sutilmente sobre los chackras, la concentración del cuerpo en cada uno de estos puntos de chackras estimulan la concentración mental sobre los mismos. Más aun, la retención respiratoria que acompaña siempre a los bandhas, hace que el prana se acumule en las zonas de concentración mental.

los bandhas ayudan a soltar los nudos de energía espiritual, que impiden el flujo de prana en el sushumma, lo que constituye una señal de que ha empezado a fluir la energía psíquica. Los bandhas deberian practicarse en aislamiento y bajo la supervisión de un maestro, más tarde se podrán hacer conjuntamente con pranayama y mudra.

Los mudras

Los mudras no son meras posturas físicas, son gestos o posiciones que generan un potente efecto písiquico sobre el ser interior del alumno, facilitando su progreso espiritual. Existen mudras hechos con la posición de las manos, con la mirada al centro de las cejas, doblando la lengua, e incluso con la posición de los labios.

Mudras de las manos

Su principal objetico es ayudar a despertar la kundalini, desarrollar la atención y el control de prana en la dimensión astral, y generar capacidades paranormales. Cuando se han logrado estas metas, el alumno es capaz de transmitir prana a voluntad a traves de los chackras sutiles y de los nadis, para curar una zona enferma de su propio cuerpo o del de otros. Este tipo de capacidad paranormal se produce de forma inevitable cuando se ha logrado cierto nivel de desarrollo.

Esta entrada no pretende ser una guía para la práctica del yoga, pretende unicamente acercar al lector técnicas orientales a través de las cuales se activan ciertas cualidades o capacidades humanas. Estas capacidades psíquicas y mentales elevan al hombre al escalón más alto de la pirámide evolutiva.

En el siguiente capítulo "El despertar de la kundalini" daremos una descripción detallada de este proceso, por parte de diferentes autores.

Mas información en: Chakras, kundalini y las energías sutiles del ser humano (Hiroshi Motoyama)

miércoles, 19 de marzo de 2014

Las energías sutiles del ser humano

El despertar de los chakras (Parte primera).

Las prácticas del yoga tantra, una rama esotérica del yoga, han sido utilizadas en la India durante miles de años. Hay un grupo de métodos en estas técnicas tántricas que sirven para lo que nos ocupa en esta entrada, el despertar de los chakras. No vamos a entrar a debatir ahora la existencia de estos centros energéticos en el ser humano, que damos por supuesto que conoce el lector, pero si daremos posteriormente algunas referencias bibliográficas de interés.

Mediante el despertar de los chakras a través de las prácticas del yoga tantra, se dice que el ser es capaz de trascender las ordinarias limitaciones humanas, y evolucionar hacia un ser libre e inmortal, plenamente consciente del mundo y de la existencia en la que no existe la muerte. Para el no iniciado esta afirmación sonará muy pretenciosa, pero lejos de ser una fantasía, este escrito intentará ser una iniciación para aquella persona que desee poner en práctica estas técnicas milenarias.

En el curso de la historia , muchos santos han logrado alcanzar la iluminación espiritual a través del yoga tántrico, o de cualquiera de sus equivalencias mundiales, por ejemplo el Buda Skyamuni en China, o las prácticas occidentales hacia la iluminación a través de la mística y la experiencia trascendental humana.

Todas las religiones tienen aspectos abiertos, aspectos que todo el mundo conoce. Estos aspectos hablan del Creador, de Buda, de lo Absoluto o de otras Divinidades, de acuerdo con su relación a este mundo, presentándolos de un modo comprensible para el hombre, diciendo que estas divinidades se ocupan de la salvacion de la humanidad y del mantenimiento de la paz mundial. Por tanto representan la fe del hombre y la devoción.

Por otra parte todas las religiones por contraste tienen su forma esotérica, una parte interna y oculta, una fase de la religión que centra su fin en las enseñanzas que elevan a los seres humanos a un estado superior, en el que ya no sean simplemente humanos, sino seres que han trascendido a si mismos.

Los cuerpos de energía.

Las enseñanzas del tantra yoga afirman que el hombre tiene tres cuerpos y tres mentes asociadas, una para cada una de las tres dimensiones principales del ser. Durante el desarrollo espiritual el hombre tiene que ascender evolucionando a través de estas tres dimensiones, incrementando gradualmente su conciencia en cada uno de los diferentes estados, y liberándose así por tanto de las limitaciones de los tres estados para conseguir finalmente la iluminación. Estos tres cuerpos son:

- El cuerpo físico y su mente, es decir la conciencia que opera asociada al cuerpo físico.

- El cuerpo astral o sutil y su mente, es decir la conciencia que experimentamos de forma primaria como emociones y sentimientos.

- El cuerpo causal y su mente, es decir la conciencia que se expresa principalmente como inteligencia y sabiduría.

El cuerpo físico es el que existe y trabaja en el mundo tangible, mientras que el astral y causal no pueden conocerse mediante los sentidos físicos, esta parte física está sostenida y mantenida con vida gracias a los aspectos ocultos de estos cuerpos, los centros energéticos y los canales.

Los chakras y los nadis

Los tres conjuntos cuerpo/mente existen y operan en dimensiones distintas, utilizando cada una de ellas diferente energía vital o prana. Estos cuerpos forman parte de un todo y no son entidades separadas. Cada cuerpo/mente tiene sus propios centros energéticos para controlar su energía vital, además de sus canales. Estos canales reciben el nombre de Nadis y los centros energéticos el nombre de Chakras. Los siete chakras funcionan como un centro de intercambio de energía entre las distintas dimensiones, física, astral y causal. A través de los chakras la energía vital sutil del cuerpo astral se transforma en energía para la dimensión física proporcionando al cuerpo físico la energía vital. Los chakras por tanto son intermediarios para la transformación y conversión de la energía entre dos dimensiones cercanas del ser, y también como un centro que facilita la conversión de la energía entre un cuerpo y su correspondiente mente.

Los chakras

Como mencionamos anteriormente existen siete chakras. En los primeros estados del despertar los chakras se perciben generalmente como ruedas de luz.

- Muladhara. Situado en la zona del coxis, controla el sistema genitourinario y se percibe como un disco de luz rojo.

- Svadhishthara. Situado entre 3 y 5 cm. por debajo del ombligo, controla también el sistema genitourinario y se percibe como un disco de luz bermellón.

- Manipura. Situado en torno al ombligo, se percibe como un disco de luz azul o verde, en este chakra se encuentra el punto CV8 de acupuntura. Tanto en yoga como en acupuntura, se considera que por aquí fluye hacia dentro y fuera la energía divina. Por esta zona esférica alrededor del ombligo que engloba al chakra Manipura, penetra procedente de dimensiones más elevadas el prana o energía vital necesaria para el cuerpo físico. Aquí esta energía se convierte en energía fisiológica que se distribuye a través de los Nadis o canales por todo el cuerpo.

- Anahata. Situado entre los pezones, controla el corazón, se percibe como un disco de luz intensa roja o dorada. Coincide con el punto de acupuntura CV17 situado en el meridiano del centro de la concepción.

- Vishudda. Situado en el cuello, controla los órganos de la respiración, se percibe como un disco de luz violeta.

- Ajna. Situado entre las cejas, controla las funciones secretoras de la glándula pituitaria y la actividad intelectual, llamado comunmente "tercer ojo", se percibe como un disco de luz blanca de gran intensidad.

- Sahasrara. Situado en la parte superior de la cabeza controla todos los aspectos del cuerpo y de la mente, se percibe como un gran disco de luz dorada o rosada.

Los canales del cuerpo físico

No se sabe con exactitud cuantos canales o Nadis existen en el cuerpo, pero si sabemos que alrededor de 14 son los Nadis más importantes. De ellos podemos destacar tres: el Sushumna, el Ida y el Pingala. Algunas teorías afirman que estos se encuentran representados en el cuerpo físico por el sistema nervioso. Por hacer una analogía el Sushumna correspondería a la médula espinal, y el Ida y Pingala a los troncos del nervio simpático en ambos lados de la médula espinal, pero esta teoría no es exacta.


El canal Sushumna mas bien podría corresponderse con el meridiano del centro gobernador de acupuntura. Los canales Ida y Pingala parten desde el perineo a ambos lados del chackra Muladhara y terminan en cada uno de los orificios nasales, como las líneas secundarias del meridianos de la vejiga, considerando que los Nadis del cuerpo físico y los meridianos de acupuntura son muy similares. La percepción extrasensorial en la meditación ha sido definitiva a la hora de percibir los flujos de energía interna, siendo plasmados en los antiguos tratados de medicina interna China y en los distintos Sutras del yoga.

El tantra yoga< Al empezar a activar y despertar los chakras de forma correcta, la persona puede evolucionar y disfrutar de estados más elevados del ser. El tantra yoga ofrece métodos para despertar estos chakras de forma ordenada y sin correr peligro alguno. El propósito del tantra yoga ha sido descrito de muchas maneras "Descubrimiento de la verdad", "Realización del Yo", "Unificación de Dios con el hombre" etc, pero la definición más correcta es que "El yoga es un medio para lograr la unión, con el verdadero Yo interior" para la realización de este objetivo se necesitará la completa negación del yo individual que constituye un obstáculo entre el buscador y su meta de libertad completa. En nuestra percepción de la realidad sujeto y objeto son entidades separadas, la unión de ambos constituye la máxima meta de la práctica del yoga, cuando el sujeto, que confronta y se encuentra en oposición al objeto es negado y trascendido la naturaleza esencial del objeto puede percibirse de una forma directa por la superconsciencia, más que por los órganos sensoriales. A esta forma de conocer puede llamársele sabiduría.

La activación de los chakras es indispensable para alcanzar esa meta, ampliando las funciones tanto de la mente como del cuerpo, y resulta la forma más eficaz de desarrollar los "poderes milagrosos" o facultades que radican en el aspirante, cuando vivencia el divino plano de la existencia. El despertar de los chackras nos transportará el mundo de lo divino, al mundo del verdadero Yo.

Las disciplinas del yoga

Los Yoga Sutras escritos en el siglo VI a V a.C. hablan de ocho disciplinas:

- Evitar mala conducta (Yama)
- Practicar conducta virtuosa (Niyama)
- Posturas físicas (Asana)
- Regulación de la respiración (Pranayama)
- Abstención de las sensaciones (Pratydrara)
- Concentración (Dhanana)
- Meditación (Dhyana)
- Unión del sujeto y objeto (Samadha)

Estas disciplinas se clasifican en cinco grupos:

- Preparación moral o armonización de la mente (Yama, Niyama)
- Preparación física o regulación de la energía vital , circulación sanguínea y funciones musculares y nerviosas (Asara, Pranayama)
- Preparación mental o ruptura de la envoltura del yo mediante la introversión y el control del plano consciente (Patyahaa, Dhanana)
- Preparación espiritual o unión con lo superconscinte y contacto con los seres espirituales (Dhijana)
- Fusión con lo divino o nivel más elevado del desarrollo espiritual.

En la actualidad estas disciplinas se practican de forma conjunta en poderosas configuraciones conocidas como mudras. Los mudras son cierta clase de gestos que generan un gran poder psiquico y profundas emociones espirituales, algunos se utilizan para controlar procesos fisicológicos involuntarios. Desarrollan la atención de la corriente de energía vital (Prana) en el cuerpo astral y permiten un mayor control sobre consciente sobre uno mismo. Una vez conseguido esto el Prana puede enviarse a cualquier parte del cuerpo e incluso transmitirse a otras personas realizando así la curación psiquica. Los mudras son técnicas necesarias para el despertar de los chackras y mejoran la salud mental y física.

Preparación moral

La mente humana se compone de elementos conscientes e inconscientes. Los deseos impulsivos de tipo inconsciente, como el apetito, el deseo sexual y el apego emocional actúan constantemente afectando a la parte consciente. Solamente el equlibrio adecuado entre ambos planos permitirán avanzar en la concentración y en la práctica meditativa.

Los Yoga Sutras establecen que el Yama tiene cinco aspectos.

- No violencia. Este comportamiento surge cuando no pueden controlarse emociones como el odio o la codicia. La autoacusación o el sentimiento de culpa después de estos estados altera el equilibrio de la mente e impide el progreso espiritual.
- Veracidad. La sinceridad ayuda a generar una mente estable y tranquila.
- No robar. El robo posee efectos dañinos sobre la mente y el cuerpo.
- Continencia. Después de la necesidad de comer se encuentra el deseo sexual, la abstención en periodos de práctica espiritual desarrolla capacidades de autocontrol de instintos.
- No codiciar. El control del deseo de adquirir cosas es uno de los instintos más fuertes del ser humano.

Según los Yoga Sutras establecen que el Niyama también tiene cinco aspectos.

- Purificaciónes. La purificación mental se consigue con distintos métodos, la práctica de la empatía, los ejercicios de regulación de la respiración, (Pranayama) o la concentración sobre los chackras Anahata y Ajna.
- Satisfacción. Estar contento con necesidades básicas de la vida y ausencia de interés por cosas superfluas.
- Mortificación. El deseo de comer, uno de los instintos más fuertes del hombre, puede verse superado por el ayuno. El ascetismo fortalece la mente. El ayuno y el ascetismo del agua facilita la aparición de la superconsciencia al relentizar el metabolismo y aquietar la conciencia relacionada con las funciones corporales.
- El recitado de los sonidos sagrados. Los mantras y otros sonidos sagrados constituye una práctica extremadamente poderosa. La conscienca del practicante se va haciendo más clara hasta convertirse en el sonido, purificando la mente y serenándola.
- Culto a seres divinos. La veneración a los guías espirituales mediante su visualización y veneración hace la mente más limpia y clara, restableciéndose los poderes psiquicos y la superconsciencia y se hacen posibles los encuentros con seres divinos.

Por tanto el objetivo del "Yama" y del "Niyama" es preparar la mente para la iluminación espiritual. Yama estabiliza la mente en el nivel de comportamiento social y Niyama minimizando la actividad mundana y dirigida al exterior. En realidad la abstención de mala conducta es fundamental para todo aquel que quiera adentrarse en la práctica espiritual, que desarrollaremos a continuación.

Continúa en "Energías sutiles del ser humano II" - La iluminación espiritual.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Extraterrestres, literatura y arte

Parte tercera.

Los restos arqueológicos encontrados en relación al hombre inteligente, se suponen que tienen dos millones de años de antiguedad, pero la aparición de manifestaciones rituales, la superstición y la creencia en fuerzas superiores comienzan sin lugar a dudas con la aparición del Homo Sapiens hacia el año 200.000 aC. La teoría de que esta evolución humana se debe a la intervención de un tipo de diseño inteligente, la podemos encontrar en diversas teorías actuales.

Una de estas hipótesis afirma que la evolución humana se debe a la intervención de un tipo de inteligencia exterior al planeta. Según la teoría intervencionista, hubo algo que vino desde fuera y que no era propio de la Tierra, que realizó una modificación en el paquete genético de las especies del planeta, hace mas de 450.000 años.

Los territorios comprendidos entre los ríos Tigris y Eúfrates zona conocida como Mesopotamia, albergó hacia el año 4.500 AC la cultura Obeid, desarrollándose después el primer asentamiento urbano hasta la fecha conocido de la historia del hombre, Eridú. Mas tarde apareció la cultura de la ciudad de Uruk que fue la que realmente precedió a la cultura Sumeria. En esta ciudad estado del 3.500 AC al 3.000 AC se han encontrado los restos de escritura más antiguos, una lengua de tipo aglutinante escrita sobre tablillas de barro, con una pequeña cuña, llamada escritura cuneiforme

Sobre doce de estas tablillas de barro, aparece el primer relato escrito por el hombre, llamado la Epopeya de Gilgamesh. Es el primer viaje, el primer diluvio, la primera amistad, la primera aventura, la primera dicotomía entre naturaleza y civilización, el primer enfrentamiento a la muerte… la primera novela escrita en verso. En esta epopeya, aparece Gilgamesh, un rey poco bondadoso, que se comportaba a menudo como un verdadero déspota, un ser mítico de extraordinaria altura 5,60 metros de alto, compuesto en sus dos terceras partes de esencia divina y que hablaba y se codeaba entre los dioses como uno más de ellos.

Los sumerios eran grandes observadores del cielo, en un sello cilíndrico de barro del III milenio AC, hay una imagen como fondo de una escena en la que se puede ver claramente una estrella con puntas, rodeada de pequeñas esferas que rotan alrededor suyo. Además de una clara representación del sistema solar, esta se asemeja curiosamente en proporciones con los nueve planetas de nuestro sistema y de sus satélites más importantes. Hay investigadores que sospechan que la representación de algo que no se puede observar a simple vista, fue inspirado por el conocimiento de una raza alienígena, quienes habrían trasmitido también conceptos principales de agricultura, metalurgia o de la propia escritura cuneiforme.

Desde el año 3.000 AC, los semitas se extienden desde Arabia hacia el norte, hasta instalarse en Mesopotamia. Los Acadios forman allí un gran reino de lengua semita, este término hace referencia a los descendientes de Sem, segundo hijo de Noé, (Génesis, 10:21), y (Génesis, 9:24). La familia lingüística semita, incluye entre otras, las formas más antiguas y modernas del acadio, árabe, arameo, fenicio, y hebreo.

Los judíos semitas tenían gran conocimiento de la tradición literaria sumeria por haber sido desterrados como esclavos a Babilonia, y de la egipcia por haber emigrado hacia las tierras del Nilo, de esta última tradición literaria también pudieron tomar supuestamente, inspiración para otros elementos y relatos como el de la historia de Job.

En el Antiguo Testamento aparecen relatos sobre los nephilim, refiriéndose a unos gigantes que poblaron la tierra, (Génesis, 6:4) y libro de los (Números, 13:3). Estos hijos de Dios o ángeles caídos, se mezclaron con mujeres humanas, dando lugar a seres híbridos que llegaron a ser muy poderosos. Además el libro de la (Sabiduría, 14:6), que es un deuterocanónico de la Biblia, y el texto apócrifo del libro de Enoc, asume el hecho de la desaparición de los gigantes al diluvio universal hacia el año 2.370 aC, quedando así solamente la nueva humanidad. Algunas fuentes dicen que estos seres híbridos de las dinastías sumerias antediluvianas, estos reyes de carne y huesos, muy longevos pero no inmortales, habitaron entre los humanos y enseñaron a estos numerosas habilidades. Los hijos de Anu o Anunakis, seres extraterrestres que vinieron del cielo a la tierra, se convirtieron en reyes sumerios y fueron catalogados de dioses o semidioses por la humanidad.

Las conexiones entre las distintas culturas parecen evidentes, algunos faraones egipcios decían que procedían del linaje directo de los dioses. Akhenatón y su mujer Nefertiti que reinaron en el año 1338 AC, tenían una cabeza extrañamente alargada, fruto de una especial herencia genética. Además el faraón poseía un cuerpo extrañamente andrógino. Este tipo de cráneo es encontrado también en yacimientos de las culturas precolombinas, en donde las estatuas son muy similares y los barcos, como los aymaras del Titicaca en Bolivia son similares a los egipcios. Estos hallazgos entre culturas tan distantes, señalan también la hipótesis del contacto de estas culturas con los Elohim, a través de la expansión de la cultura atlante.

En la tradición religiosa hebrea "mal´ak" significa mensajero, este término que se encuentra en el Antiguo Testamento esta desarrollado también como idea teológica en pensamiento cristiano.

"Los carros de Dios son miles y miles, en ellos vino del Sinai al Santuario" (Salmo 68,18)

"Miré, era una forma humana; por debajo de la cintura no era mas que fuego, y de la cintura para arriba era como un metal incandescente" (Ezequiel 8,2)

"Vi cuatro ruedas colocadas al lado de los querubines, y las ruedas resplandecían como piedras preciosas... Cuando los querubines se detenían, las ruedas se detenían junto con ellos..." (Ezequiel 10,9-17)

"Escuchen ese rugido que viene de las montañas como de una inmensa muchedumbre... Yahve y los defensores de su causa llegan de lejanas tierras..." (Isaias 13,4-5)

"Pues he aquí que Yahve se presenta en medio del fuego, montados en los carros de la tempestad..." (Isaias 66,15)

“Mientras seguían andando y hablando, he aquí que un carro de fuego y caballos de fuego separaron al uno del otro y subió Elías en un torbellino al cielo. Eliseo miraba y clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su caballería! Y no lo vio mas” (Reyes 2,11-12)

Pero más allá de conjeturas, con este escrito pretendemos cerrar un capítulo dedicado a dar una visión más, sobre la supuesta vida extraterrestre. En la primera de esta tres entradas "El hermano extraterrestre" nos acercamos a la visión que tiene actualmente la Santa Sede sobre la posible existencia de otros mundos y otras vidas, y su relación e influencia en la fe. La segunda entrada "Cráneos extraños, elongaciones y otras deformidades" intentó arrojar luz fuera de especulaciones, sobre un tema controvertido y de bastante actualidad. La entrada que nos ocupa "Extraterrestres, literatura y arte" cierra esta trilogía acercándonos a las supuestas referencias extraterrestres en distintas culturas, en los escritos sagrados del Antiguo Testamento, y en el arte sacro del Nuevo Testamento.

Con la aparición de la figura del Cristo, las especulaciones sobre la vida extraterrestre lejos de desaparecer han continuado, desde su concepción divina, hasta sus habilidades milagrosas no han hecho otra cosa que conferirle un halo de misterio sobrenatural. La estrella que guió a los magos de Oriente, el bautismo del Jordán, la aparición de ángeles anunciadores, la transfiguración de Jesús, la resurrección, o la ascensión de Cristo, son misterios ineludibles para los que rastrean la Biblia en busca de señales extraterrestres. "El bautismo de Cristo" de Aert de Gelder, que se encuentra expuesto en el museo de Fitzwilliam de Cambridge y fue pintado hacia el año 1710 lo corrobora.


Este cuadro a sido referencia frecuente de los ufólogos, por el disco luminoso del que parten cuatro rayos de luz, iluminando el bautismo de Jesús. En muchas obras pictóricas sobre el bautismo de Jesús, se representa la gracia divina, como una paloma dentro de un círculo dorado del que emanan rayos de luz, como es el caso del "Bautismo de Cristo" de Perugino o la "Disputa del Sacramento" de Rafael entre muchas otras. En la obra de "El bautismo de Cristo" de Aert de Gelder, si observamos minuciosamente el cuadro, vemos que en el centro del disco dorado, en una especie de empasto se encuentra la paloma que representa al Espíritu Santo. El catálogo informativo de las obras del museo, describe la escena de la siguiente manera: Las dos figuras están iluminadas por los rayos de la Paloma muy por encima de ellos, y en medio de la oscuridad general.

Otras obras en las que se puede observar esta forma de representación del Espíritu Santo son: Bautismo de Verrocchio, Bautismo de Vironese, el de Bellini e incluso el Bautismo de Francesca Piero

"La Madonna de Saint Giovannino" es una obra pictórica realizada entre 1466 y 1513 y atribuida a Sebastiano Mainardi. Esta obra está expuesta en el Palazzo Veccio de Florencia.


Simbólicamente en el arte sacro el ángel es símbolo de lo invisible y la nube es símbolo asociado a los profetas o mensajeros. La anunciación a los pastores se representa habitualmente con la unión simbólica de una nube celestial luminosa y un querubín en su interior. La controversia de este cuadro se suscita por un objeto con forma de nube o cúpula metálica,una figura que flota en el cielo en la parte superior derecha. Un supuesto avistamiento ovni, por un pastor acompañado de su perro, que se protege de la luz colocando la mano sobre su frente. Es difícil entender por que no esta representada la anunciación por un ángel dentro de una nube luminosa, tal y como narran los evangelios bíblicos, puesto que en otras muchas obras de la misma temática se puede apreciar representado este suceso. Una posiblidad es que al ser el ángel un símbolo de lo invisible o sublime, sea una representación minimalista de la escena. Por otro lado debemos señalar que la influencia en el arte es variopinta, y no es recibida únicamente de los evangelios canónicos, sino también de otros escritos apócrifos como el Protoevangelio de Santiago, documentos de mayor antiguedad que los evagenlios de supuesta inspiración divina.

"Y llegaron al lugar en que estaba la gruta, y he aquí una nube luminosa la cubría... mis ojos han visto pródigos anunciadores de que un Salvador le ha nacido a Israel. Y la nube se retiró enseguida de la gruta, y apareció en ella una luz tan grande, que nuestros ojos no podian soportarla"

Esta otra teoría, se basa supuestamente una representación de la pureza y tradición de los primeros cristianos gnósticos, y de como estos grupos narraron los sucesos, siempre con la incertidumbre de lo que realmente vieron, frente a la iconografía antropomórfica de los evangelios elegidos por la Iglesia cristiana.

Otra obra referenciada frecuentemente por los ufólogos, debido a la aparición de dos extraños objetos situados a ambos lados del cuadro es "La crucifixión". Esta obra está ubicada en un lateral del sepulcro de Sidonia, en Georgia.


Si analizamos otras crucifixiones realizadas según el estilo Bizantino, podemos observar que estos mismos símbolos o similares aparecen a ambos lados de la cruz. Además de la iconografía bizantina tradicional, podemos encontrar la figura del sol y la luna en otras obras medievales, realizadas por pintores como, Crivelli, Rafaelo, o Bramantino


El caso más controvertido es el cuadro de "La crucifixión" expuesta en el monasterio de Visoki Decani de Kosovo, en el que la luna y el sol están representados con un cuerpo humano dentro, quizás una nueva representación antropomórfica del Universo.


En el cuadro de "La glorificación de la Eucaristía" podemos observar a Jesús sentado a la derecha de Dios Padre, sujetando ambos con sus manos dos especies de antenas que salen de una gran esfera sólida similar a un satélite. En la parte central de arriba del cuadro se observa una paloma, símbolo del Espíritu Santo, de la que mana una intensa luz.


En muchas representaciones de la Trinidad aparecen globos similares a este, que representan la esfera celestial, en las que se suele mostrar pintada semitransparente esta esfera de la creación, con la Tierra en el centro y la Luna y el Sol alrededor, y en algunos casos incrustadas en su exterior. Las varas que son asidas por los personajes del cuadro pueden representar los bastones de mando del control del universo.

Existen representaciones similares en "La Trinidad" de Marco Bianchini en Jerusalén, o la de Pieter Coecke entre otras.

Otro caso de referencia común por los ufólogos, es el de los tapices conocidos como "La vida virgen". estos diecinueve cuadros de la historia de María cuya creación fue ordenada por el Cardenal Jean Rolin sobre 1474, muestran varios objetos interpretados como presencia de vida extraterrestre en la antiguedad. Estos objetos en forma de platillo volante son interpretados en los libros de arte, como sombreros cardenalicios, que se encuentran encima de castillos o ciudades fortificadas, para marcar la posesión de estos lugares con el símbolo del propietario. La simbolizacion de estos sombreros en otros colores distintos al rojo, podría indicar que se trata de obispos y arzobispos.


En definitiva, un punto de vista más con el que poder constatar las distintas informaciones.

Fuentes: Distintos blog de ufología de la red, Libros Apócrifos, Libros de arte de la pintura occidental.

miércoles, 5 de marzo de 2014

El Budismo esotérico

Las materias contenidas en las páginas que siguen no constituyen una colección de inferencias deducidas del estudio. Presento ante mis lectores conocimientos que he obtenido por medio del favor, más bien que por el esfuerzo. No se encontrará por este motivo que su valor desmerezca en lo más mínimo; me atrevo, al contrario, a declarar que éste será considerado incalculablemente más grande, teniendo en cuenta la facilidad con que los he obtenido, que los resultados, que los métodos ordinarios de investigación me hubieran podido proporcionar, aunque hubiese poseído en su grado más elevado lo que no pretendo poseer en modo alguno, sease—ciencia Oriental.

Todo el que conoce la literatura india, y todavía más, cualquiera que en la India ha tenido interés en hablar con naturales del país, ilustrados acerca de asuntos filosóficos, estará enterado de la, convicción general en Oriente, de que existen hombres que saben más acerca de filosofía en la más elevada acepción de la palabra, o sea la ciencia del verdadero conocimiento en las cosas espirituales, que lo que puede encontrarse registrado en todos los libros.

En Europa la noción de secreto aplicada a la ciencia es tan repulsiva al instinto prevaleciente, que la primera tendencia de los pensadores europeos es negar la existencia de aquello que miran con tanto disgusto. Pero las circunstancias me han asegurado plenamente, durante mi permanencia en la India, que la convicción a que acabo de referirme es perfectamente fundada, y al fin he tenido el privilegio de recibir una masa muy considerable de instrucción acerca de la, hasta hoy, ciencia secreta, sobre la cual los filósofos orientales han meditado en silencio hasta la fecha; instrucción que hasta ahora, sólo ha sido comunicada a estudiantes preparados para penetrar en las regiones del secreto, y permaneciendo sus instructores muy tranquilos respecto de la duda en que han quedado los demás investigadores, acerca de si existía o no algo de importancia que aprender de ellos.

Compartiendo en un principio esa antipatía por la antigua regla de conducta oriental, en lo que a la ciencia se refiere, llegué, sin embargo, a apercibirme de que la antigua ciencia oriental era realmente una verdad importante. Puede ser excusable considerar las uvas como verdes cuando están por completo fuera de alcance, pero sería locura persistir en tal opinión si un amigo de estatura elevada pudiese coger un racimo y las encontrase dulces.

Por razones que se verán en el transcurso de esta obra, la masa considerable de enseñanzas, hasta entonces secretas, que el presente volumen contiene, me ha sido comunicada, no ya con las condiciones normales, sino con el fin expreso de que a mi vez las comunicase al mundo sin reservas.

Sin la luz de la ciencia oriental, hasta ahora secreta, es imposible por sólo el estudio de su literatura, hasta el presente publicada en inglés o en sánscrito, que ni aun las inteligencias más claras puedan comprender las doctrinas internas y el significado verdadero de cualquiera religión oriental. Esta afirmación no lleva consigo reproche alguno hacía los escritores ilustrados y laboriosos de gran ingenio que han estudiado las religiones orientales en general, y especialmente el Buddhismo, en sus aspectos externos. El Buddhismo, sobre todo, es una religión que ha gozado de una existencia doble desde el principio mismo de su introducción en el mundo. La significación real interna de sus doctrinas, ha sido mantenida apartada de los estudiantes no iniciados, mientras que sus enseñanzas externas han sido meramente presentadas a la multitud como un código de lecciones morales, con una literatura simbólica y velada que indicaba la existencia de conocimientos tras de la misma.

A la verdad, esta ciencia secreta es con mucho, anterior al paso de Gautama el Buddha por la vida terrena. La filosofía brahmá-nica, en épocas anteriores a Buddha, comprendía la misma doctrina que en la actualidad puede llamarse Buddhismo Esotérico. Sus contornos, a la verdad, se habían borrado y sus formas científicas habían sido parcialmente confundidas; pero la masa general de conocimientos estaba ya en posesión de unos pocos elegidos antes de que Buddha viniese a participar de los mismos. Buddha, sin embargo, emprendió la tarea de revisar y restaurar la ciencia esotérica del círculo interno de iniciados, lo mismo que la moralidad del mundo externo. Las circunstancias en las cuales esta obra se verificó han sido muy mal comprendidas, ni sería inteligible una verdadera explicación de aquéllas sin aclaraciones, que previamente proporcionase un examen de la misma ciencia esotérica.

Desde el tiempo de Buddha hasta hoy, la ciencia esotérica a la cual nos referimos, ha sido celosamente guardada como una preciosa herencia perteneciente sólo a los miembros regularmente iniciados de asociaciones misteriosamente organizadas. Estos, en lo que al Buddhismo se refiere, son los Arahats, o más propiamente, los Arhats, a los cuales se hace referencia en la literatura buddhista. Ellos son los iniciados que recorren el "cuarto sendero de santidad" del cual se habla en los escritos buddhistas. Mr. Rhys Davids, refiriéndose a la multiplicidad de textos originales y a las autoridades sánscritas, dice: "Pueden llenarse páginas con las alabanzas impregnadas de un sentimiento temeroso y de éxtasis que en los escritos buddhistas se prodigan a este estado de la mente, el fruto del cuarto sendero, el estado de un Arahat, de un hombre perfecto con arreglo a la fe buddhista." Y después de hacer una serie de citas procedentes de autoridades sánscritas, dice:—"Para aquel que ha llegado al final del sendero y pasado más allá de la tristeza; que se ha libertado por sí mismo de todo y que se ha desprendido de todas las cadenas, no existe ya la inquietud ni el disgusto... Para él no hay ya más nacimientos... hállase gozando del Nirvana. Su antiguo Karma está exhausto, no ha producido Karma alguno nuevo; su corazón está libre de anhelos por una vida futura y no generando nuevos deseos, ellos, los sabios, se han extinguido a manera de una lámpara."

Estos párrafos y todos los que a ellos se parecen, conducen, después de todo, a los lectores europeos a una idea enteramente falsa en lo que se refiere a la especie de persona que un Arhat es en realidad; a la vida que lleva mientras está en la tierra y a la que le espera más adelante. Pero la elucidación de estos puntos puede ser diferida por el momento.

Primeramente pueden exponerse otros párrafos procedentes de tratados esotéricos que demuestran qué es lo que generalmente se supone ser un Arahat.

Mr. Rhys Davids, hablando de Jhana y Samadhi (la creencia de que era posible, por medio de la intensa absorción de sí mismo, alcanzar facultades y poderes sobrenaturales) dice: "En todo a lo que llegan mis noticias no se registra ningún caso de nadie, ya sea un miembro de la orden, ya un asceta brahmán que haya adquirido estos poderes. Un Buddha siempre los ha poseído; si los Arahats, como tales, pueden verificar los milagros especiales en cuestión, o si de entre los mendicantes sólo los Arahats, o únicamente los Asckhas pueden llevarlos a efecto, es cosa que en la actualidad no está clara." En las fuentes de información que acerca del asunto han sido hasta ahora exploradas, muy poco es lo que se encuentra claro. Pero yo meramente me limito a mostrar que la literatura buddhista rebosa de alusiones referentes a la grandeza, y poderes de los Arhats. En cuanto a un conocimiento más íntimo de lo que a ellos se refiere, circunstancias especiales nos lo deben proporcionar con las explicaciones requeridas.

Mr. Arthur Lillie, en BUDDHA Y BUDDHISMO PRIMITIVO nos dice: "Seis facultades sobrenaturales se requerían del asceta antes de que pudiera pretender el grado de Arhat. A ellas se alude constantemente en los Sutras, como a las seis facultades sobrenaturales, y generalmente sin ninguna más especificación... El Hombre posee un cuerpo compuesto de los cuatro elementos... en este cuerpo transitorio su inteligencia está encadenada; encontrándose el asceta así confundido, dirige su mente a la creación del Manas. El se representa a sí mismo en pensamiento, otro cuerpo creado de este cuerpo material, un cuerpo con una forma, miembros y órganos. Este cuerpo es al cuerpo material lo que la espada es a la vaina; o como una serpiente saliendo de un cesto en el que se hallase confinada. El asceta entonces, purificado y perfeccionado, empieza a poner en práctica facultades sobrenaturales. Se encuentra en disposición de pasar al través de obstáculos materiales como muros, murallas, etc.; es capaz de lanzar su fantástica aparición en muchos lugares al mismo tiempo... puede abandonar este mundo y hasta alcanzar el cielo del mismo Brahma... Adquiere el poder de oír los sonidos del mundo invisible tan distintamente como los del mundo fenomenal, y aun más distintamente en realidad.

También, por medio del poder de Manas, es capaz de leer los pensamientos más secretos de los demás y de dar cuenta de sus caracteres." Y así sucesivamente con los demás ejemplos. Mr. Lillie no ha adivinado con exactitud la naturaleza de la verdad existente tras esta versión popular de los hechos; pero en rigor no hay necesidad de citar más para demostrar que los poderes de los Arhats y su penetración en las cosas espirituales son respetados por el mundo buddhista del modo más profundo, por más que los mismos Arhats se hayan mostrado singularmente poco dispuestos a favorecer al mundo con autobiografías o relaciones científicas acerca de los "seis poderes sobrenaturales".

Algunas sentencias de la reciente traducción de Mr. Hocy, de la obra del doctor Oldenberg: Buddha: su Vida, su Doctrina, su Orden, pueden encajar convenientemente en este sitio, después de lo cual seguiremos adelante. Leemos: "La proverbial filosofía buddhista", atribuye, en innumerables párrafos, la posesión del Nirvana al santo que todavía pisa la tierra: "El discípulo que se ha desembarazado de la sensualidad y del deseo, rico en sabiduría, ha logrado aquí en la tierra librarse de la muerte; ha alcanzado el reposo, el Nirvana, el estado eterno. El que ha escapado de los laberintos difíciles y sin huellas del Samara, que ha cruzado y llegado a la orilla, en sí mismo absorbido, sin tropiezos ni dudas, que se ha librado por sí mismo de lo terreno y ha alcanzado el Nirvana, a aquel le llamo yo un verdadero Brahmán."

Si el santo quiere poner fin a su estado de existencia puede hacerlo, pero la mayor parte continúan en él hasta que la Naturaleza ha alcanzado su término; acerca de éstos pueden decirse aquellas palabras puestas en boca del más eminente de los discípulos de Buddha: "No deseo la muerte, no deseo la vida, espero llegue mi hora como un sirviente aguarda su salario." La multiplicación de citas semejantes equivaldría sencillamente a repetir en formas distintas los conceptos exotéricos concernientes a los Arhats. Como todos los hechos y pensamientos del Buddhismo, el Arhat tiene dos aspectos : uno bajo el cual se presenta el mundo en general, y otro en el que vive, se mueve y existe. En lo que a la estimación popular se refiere, es un santo aguardando un galardón espiritual de la especie que el vulgo puede comprender, un productor de maravillas por medio del favor de agentes sobrenaturales. En realidad, es el custodio, por largo tiempo probado, de la filosofía más profunda y recóndita de la religión fundamental que Buddha renovó y restauró, y un investigador de la ciencia natural situado en la misma cumbre del conocimiento humano, no sólo en lo que a los misterios del espíritu se refiere, sino también en todo lo que con la constitución material del mundo se relaciona.

Arhat es una designación buddhista. La que es más familiar en la India, en donde los atributos correspondientes al estado de Arhat no están necesariamente asociados con las profesiones del Buddhismo, es Mahatma. La India está saturada de narraciones acerca de los Mahatmas. Los más antiguos son, generalmente, llamados Rishis; pero los términos son sinónimos, y yo he oído aplicar el título de Rishis a hombres hoy día vivos. Todos los atributos de los Arhats que se describen en los escritos buddhistas, están mencionados con no menos reverencia en la literatura india que los de los Mahatmas, y fácilmente podría este volumen llenarse con traducciones de libros del país refiriendo hechos milagrosos verificados por aquellos a quienes la historia y la tradición conocen por tal nombre.

En realidad, los Arhats y los Mahatmas son los mismos hombres. En aquella altura de
espiritual exaltación el conocimiento supremo de la doctrina esotérica confunde todas las distinciones sectarias originales. Por cualquier nombre que tales illuminati se denominen, son los Adeptos de la ciencia oculta, llamados algunas veces ahora en la India los Hermanos y los Custodios de la ciencia espiritual, la cual les ha sido confiada por sus predecesores.

En vano sería que registrásemos la literatura antigua y moderna en busca de cualquier
explicación sistemática de su doctrina o ciencia. Una buena parte de ésta está obscuramente expuesta en los escritos ocultos; pero muy poco de la misma es de utilidad para los lectores que emprenden la tarea sin conocimientos previos adquiridos independientemente de los libros. Debido al favor de la instrucción directa de uno de entre ellos, puedo yo ahora intentar un bosquejo de las enseñanzas de los Mahatmas, y del mismo modo es como he adquirido lo que se, concerniente a la organización a que la mayor parte de ellos, hasta los más grandes, pertenecen en la actualidad.

En todo el mundo existen ocultistas de distintos grados de eminencia, e igualmente
fraternidades ocultas, las cuales tienen mucho de común con la fraternidad directora establecida en el Thibet. Pero todas mis investigaciones acerca del asunto, me han convencido de que la Fraternidad Thibetana, es incomparablemente la más elevada de tales asociaciones y, como tal, considerada por todas las demás, dignas a su vez de ser tenidas como realmente "iluminadas" en el sentido oculto de la palabra. Existen, a la verdad, en la India muchos místicos aislados que a la vez que se han educado a sí mismos no tienen conexión con las asociaciones ocultas. Muchos de éstos dicen que ellos llegan a mucha mayor altura en iluminación espiritual que los Hermanos del Thibet o que cualquier otra gente de la tierra. Pero el examen de semejantes pretensiones, en todos los casos que se me han presentado, creo que conduciría a cualquier profano imparcial, por poco calificado que estuviera por su propio desenvolvimiento personal para juzgar acerca de la iluminación oculta, a la conclusión de que aquellas pretensiones son por completo infundadas. Por ejemplo: conozco a un natural de la India, hombre de educación europea, que goza de un pingüe sueldo del Gobierno; de buena posición social; que posee un carácter elevado, y que es respetado de un modo poco frecuente por los europeos que con él están relacionados en la vida oficial. Esta persona únicamente concede a los Hermanos del Thibet un segundo lugar en el mundo de la iluminación espiritual. El primer lugar lo considera ocupado por una persona que ya no está en este mundo: su propio maestro oculto en vida, de quien resueltamente asegura que fue una encarnación del Ser Supremo. Sus propios (de mi amigo) sentidos internos fueron despertados por este Maestro, de modo que las visiones del estado extático, en el cual puede todavía sumirse a voluntad, son para él la única región espiritual en la cual se siente interesado.

Convencido de que el Ser Supremo fue su instructor personal, y de que continúa todavía siéndolo en su estado subjetivo, es naturalmente insensible a toda indicación de que sus impresiones pueden ser desnaturalizadas en razón de su mal dirigido desenvolvimiento psicológico. Por otra parte, los devotos de gran ilustración que uno encuentra ocasionalmente en la India, que edifican su concepto de la Naturaleza, del Universo y de Dios, sobre una base por completo metafísica, y que han desenvuelto sus sistemas por la fuerza pura del pensamiento trascendental, toman algún reconocido sistema de filosofía como base y lo amplían de tal modo, que únicamente un metafísico oriental podría soñarlo. Adquieren discípulos, que depositan en ellos una fe implícita, y fundan su pequeña escuela, la cual florece durante cierto tiempo dentro de sus propios límites; pero la filosofía especulativa de tal naturaleza es más bien una ocupación para la inteligencia que un saber verdadero. Tales "Maestros", comparados con los Adeptos organizados de la más elevada fraternidad, son como simples barcas comparadas con los transatlánticos—medios útiles de locomoción en su propio lago o río, pero no embarcación en la cual se puede confiar para un gran viaje de exploración al través del Océano.

Descendiendo a un nivel más bajo aún en la escala, nos encontramos en todas partes de la India, con yogis y fakires, en todos los grados de propio desenvolvimiento; desde el de los sucios salvajes, muy poco superiores a los gitanos que acuden a nuestras carreras de caballos a decir la buenaventura, al de hombres en cuya reclusión sería muy difícil para un extranjero penetrar, y cuyas anormales facultades y poderes sólo necesitan ser vistos o experimentados, para dar al traste con la incredulidad de los más batalladores representantes del moderno escepticismo occidental. Los investigadores superficiales confunden con mucha facilidad a tales personas con los grandes Adeptos, de quienes han oído hablar vagamente.

Sin embargo, en lo que a los verdaderos Adeptos se refiere, no puedo en la actualidad
aventurarme a decir nada acerca de lo que es la Organización Thibetana en sus más altas autoridades directoras. Estos mismos Mahatmas, acerca de los cuales podrán formar un concepto más o menos adecuado los lectores que pacientemente me lean hasta el fin, están subordinados en sus diversos grados al jefe de todos ellos. Ocupémonos más bien de las primeras condiciones de la educación oculta, lo cual puede comprenderse con más facilidad.

El grado de elevación que constituye un hombre, llamado en el mundo un Mahatma o un "Hermano", se alcanza únicamente después de prolongada y fatigosa probación y de ansiosas pruebas de una severidad realmente terrible. Hay quien ha pasado veinte, treinta o más años de intachable y ardua devoción, dedicado a la tarea que ha emprendido, y a pesar de ello se halla todavía en los primeros grados de su chelado, contemplando las alturas del Adoptado a la misma distancia por encima de su cabeza. Y en cualquier edad que un niño o un hombre se dedique a la carrera oculta, es, entiéndase bien, sin reservas de ningún género y por toda su vida. La tarea que emprende es el desenvolvimiento en sí mismo de muchas facultades y atributos que a causa de estar por completo latentes en la masa de la humanidad, su verdadera existencia no es sospechada, negándose la posibilidad de su desenvolvimiento. Y estas facultades y atributos, deben ser desarrollados por el mismo chela, con muy poca ayuda, si es que hay alguna, fuera de la dirección de su maestro. "El Adepto, dice un aforismo oculto, se hace a sí mismo; no se le convierte en tal." Puede ilustrarse este punto con referencia a lo que sucede en un ejercicio físico muy común. Todo hombre que posea el uso ordinario de sus miembros, puede nadar; pero sumérjase a aquellos que, según un dicho vulgar, no pueden nadar en aguas profundas, y se ahogarán. El mero procedimiento de mover los miembros, no es misterio ninguno; pero a menos que el nadador al moverlos posea la plena convicción de que tales movimientos producirán el resultado apetecido, éste no se logra. En este caso sólo tenemos que ver con fuerzas meramente mecánicas, pero el mismo principio se aplica a las fuerzas más sutiles. A la verdad, la mera "confianza" conduce al neófito oculto, mucho más
lejos de lo que el vulgo generalmente imagina. ¡ Cuántos lectores europeos permanecerían por completo incrédulos si se les refiriesen algunos resultados que los chelas ocultos, de los grados más incipientes de su educación, tienen que obtener por la sola fuerza de la confianza, y, sin embargo, oyen constantemente en la iglesia los familiares asertos bíblicos de que el poder reside en la fe, y dejan que las palabras pasen como el viento, sin dejar impresión alguna!

El gran fin y objeto del Adoptado, es lograr el desenvolvimiento espiritual, cuya naturaleza está sólo velada y disfrazada en las frases comunes del lenguaje exotérico. Decir que lo que el Adepto pretende es unir su alma con Dios, para poder, por lo tanto, entrar en el Nirvana, es un aserto que no tiene significación definida para el lector ordinario, y cuanto más la examine con el auxilio de libros y métodos comunes, es probable que tanto menos será capaz de comprender la naturaleza del proceso de que se trata o del estado deseado. Es necesario, en primer lugar, conocer el concepto esotérico de la Naturaleza y el origen y destinos del Hombre, todo lo cual difiere por completo de los conceptos teológicos, antes de que pueda hacerse inteligible una explicación del fin que el Adepto persigne. Mientras tanto, es conveniente que desde el principio mismo tratemos de sacar al lector de los errores respecto de los objetos del Adoptado, en los que es muy probable haya caído.

El desenvolvimiento de estas facultades espirituales, cuyo cultivo se relaciona con los más elevados objetos de la vida oculta, proporciona, a medida que progresa, mucho conocimiento incidental relacionado con leyes físicas de la Naturaleza en general, no comprendidas todavía.

Este conocimiento y el arte práctico de manipular ciertas fuerzas obscuras de la Naturaleza, que es su consecuencia, confiere a un Adepto, y hasta a los discípulos de un Adepto en un grado relativamente incipiente de su educación, poderes muy extraordinarios, cuya aplicación a asuntos de la vida diaria da lugar en ocasiones a resultados que parecen por completo milagrosos; y desde el punto de vista ordinario la adquisición de un poder, en apariencia milagroso, es un resultado tan estupendo que la gente se encuentra dispuesta a creer que el objeto del Adepto, al buscar los conocimientos que obtiene, no ha sido otro que investirse con estos codiciados poderes. Tal creencia sería tan razonable como el decir de cualquier gran patriota de historia militar, que su objeto al ser soldado fue llevar un brillante uniforme e impresionar la imaginación de las niñeras.

El método oriental para el cultivo del saber ha diferido siempre diametralmente del seguido en Occidente durante el desarrollo de la ciencia moderna. Al paso que Europa ha investigado la Naturaleza tan públicamente como ha sido posible, discutiéndose cada paso con la más absoluta libertad y circulando inmediatamente cada nuevo hecho adquirido para beneficio de todos, la Ciencia asiática ha sido estudiada en secreto y sus conquistas celosamente guardadas. No es necesario que intente la defensa o la crítica de estos métodos. Pero como quiera que sea, este modo de conducirse ha sido relajado hasta cierto punto en mi propio caso, y, como ya he dicho, tengo el pleno consentimiento de mis instructores para seguir ahora el impulso de mis propias inclinaciones como europeo, comunicando lo que yo he aprendido a todos los que deseen recibirlo. Posteriormente se verá en ello cómo la transgresión de las reglas ordinarias del estudio oculto, comprendida en las concesiones en la actualidad hechas,
cae naturalmente en su lugar debido en el esquema completo de la filosofía oculta. El acceso a aquella filosofía ha estado siempre, en cierto sentido, abierto a todos. A través del mundo entero ha sido vagamente difundida por varios medios, la idea de que cierto proceso de estudio, que algunos hombres siguen actualmente acá y acullá, podía conducir a la adquisición de una clase de conocimientos más elevados que los que generalmente se enseñan a la humanidad en los libros o por medio de públicos predicadores religiosos. El Oriente, como ya se ha dicho, ha estado siempre más que vagamente impregnado de esta creencia, pero aun en occidente, la masa entera de literatura simbólica referente a astrología, alquimia y misticismo en general, ha fermentado en la sociedad europea llevando a unas pocas inteligencias, particularmente receptoras y calificadas, la convicción de que detrás de toda esta falta de sentido, superficialmente incomprensible, grandes verdades permanecen ocultas. A estas personas, tal excéntrico estudio ha revelado algunas veces párrafos ocultos que conducían a los más grandes de los reinos imaginables del saber. Pero hasta ahora, en todos estos casos, con arreglo a la ley de estas escuelas, tan pronto como el neófito forzaba el paso de la región del misterio, le era impuesto el secreto más inviolable respecto de todo lo relacionado con su entrada en la misma y con sus progresos ulteriores. En Asia, del mismo modo, el "chela" o discípulo de ocultismo, tan pronto como se convierte en tal chela cesa de ser un testigo de la realidad de la ciencia oculta. Me he quedado asombrado al ver, así que empecé a ocuparme de este asunto, cuan numerosos son semejantes chelas. Pero es imposible imaginar acto humano
más improbable que la no autorizada revelación por parte de cualquiera de tales chelas a los profanos, de su calificación de tal; y así es como la gran escuela esotérica de filosofía conserva su seclusión con éxito completo.

En un libro anterior, El Mundo Oculto, he hecho un completo y fiel relato de las
circunstancias bajo las cuales me puse en relación con los hombres de dotes elevadísimas y profundamente instruidos, de quienes obtuve las enseñanzas que este volumen contiene. No necesito, pues, repetir la historia. Ahora me presento dispuesto a ocuparme del asunto desde un nuevo punto de vista. La existencia de Adeptos ocultos y la importancia de sus adquisiciones pueden establecerse por medio de dos diferentes clases de argumentos: en primer lugar, valiéndonos de la evidencia externa, del testimonio de testigos calificados, de la manifestación de personas relacionadas con Adeptos de facultades anormales que ofrezcan algo más que una mera presunción de la existencia de conocimientos de anormal amplitud; y, en segundo lugar, por la presentación de una parte considerable de estos conocimientos, suficientes para dar la seguridad intrínseca de su propio valor. Mi primer libro seguía el primero de estos métodos: ahora, emprendo la tarea más seria de trabajar en el segundo.

Fuente: The Esoteric Buddhism (Alfred Percy Sinnet)

lunes, 3 de marzo de 2014

El Anticristo

La relación entre Friedrich Nietzsche y el cristianismo es decididamente polémica y hostil por parte del filósofo. Esa hostilidad se materializará explícitamente en su obra “El Anticristo”, auténtica diatriba de Nietzsche contra el cristianismo y, más exactamente, contra la moral cristiana, que el autor identifica como la base de la moral burguesa de su época que entiende que atenta contra los verdaderos valores de la vida.

El ataque no es contra la figura de Jesús, que considera que conlleva un mensaje distinto al “oficial” y que entiende que representa cosas distintas a las que representará el cristianismo paulino.

Así contempla Nietzsche el mensaje de Jesús como un mensaje introspectivo y al interior del hombre, no contrario a la vida, lo hace en el mismo “El Anticristo”:

Si yo entiendo algo de este gran simbolista, es el hecho de que tomó como realidades, como verdades, únicamente las realidades interiores, que comprendió todo lo demás, todo lo que es natural: el tiempo, el espacio, la historia, como signos, como ocasiones para imágenes. La idea de hijo del hombre no es la de una persona concreta, perteneciente a la historia, algo de singular, de único, sino un hecho eterno, un símbolo psicológico separado de la noción de tiempo. Lo mismo puedo decir, y en el más alto sentido, del Dios de este simbolista típico, del reino de Dios, del reino de los cielos, de la cualidad de hijos de Dios.

Un enfrentamiento moral
El enfrentamiento directo no es con Jesús, lo es con el cristianismo, que atenta para el filósofo contra los valores de la vida, y con los sacerdotes, encargados, de transmitir y preservar la moral cristiana.

Ciertamente Nietzsche apunta en todo momento contra los valores de la sociedad burguesa e identifica esos valores con los valores propios del cristianismo paulino. Lo de "paulino" es importante, porqué es al cristianismo que Nietzsche entiende que funda Pablo o Saulo, y no a otro al que dedica su desprecio y lo considera "antivida".

En la diatriba que es "El Anticristo", título que no se remite al personaje apocalíptico sino al propio Nietzsche, que en ocasiones se refería a sí mismo como "El Anticristo" y en otras como "Dionisos"- no se ataca para nada a la figura de Jesús de Nazaret, como ya se ha indicado lo que dice de él Nietzsche es más elogioso que otra cosa.

Ahora bien, quién es "desmenuzado", quién es objeto de toda su furia es claramente Pablo o Saulo de Tarso, Nietzsche lo considera un criminal, alguien que atenta expresa y calculadamente contra la vida. Contra su manifestación, su esplendor, su plenitud, digamos que contra lo "dionisíaco" en términos "nietzschesianos".

Pablo y Lutero: los “corruptores”
Así que la diatriba que contiene "El Anticristo" puede personificarse en Pablo, en primer lugar, y en Lutero, en segundo lugar.

A un nivel general las invectivas de Nietzsche se dirigen contra la moral instituida por el cristianismo paulino. Que a su juicio genera una serie de pautas restrictivas que ponen cortapisas a lo que podríamos llamar "una auténtica moral de vida y pro-vida".

Esa moral cristiana es la que sigue la sociedad burguesa, la que genera la moral burguesa y esa moral, Nietzsche, la detesta.

Por el mismo motivo que detesta a lo que entiende que la genera: por negar la vida, por negar la potencialidad y el esplendor de la vida. Recordemos que Nietzsche es vitalista, su elitismo es consecuencia de su vitalismo, de nada más.

Y se trata de un elitismo que tampoco es nuevo, curiosamente ya se encuentra en Platón, porque su idea del "superhombre" conecta directamente y en el mismo tipo de "hombre" con la idea que tenía Platón al respecto, y éste “hombre” que es “superhombre” no es otro que el filósofo.

La moral sacerdotal
Así Nietzsche lo que ataca es la moral cristiana y sacerdotal. Puesto que el sacerdocio y los sacerdotes serían los encargados de mantener el dogma de esa moral y vigilar la aplicación y perpetuación de la misma.

Si se sigue "El Anticristo" se observa que Nietzsche considera que en determinado momento el catolicismo "digiere" esa moral y produce una inversión de valores en la misma, que deja a un lado lo colectivo y "objetivo", ese momento es el Renacimiento, que representa el centrar los valores en el sujeto en cuanto individuo y no en el objeto en cuanto a grupo.

El momento supremo de esa escenificación la personifica Nietzsche en una cuestión: el acceso al trono papal de un Borgia. Esto el filósofo lo considera la ironía suprema y, también, la materialización de la inversión de los valores cristianos y la restauración de los antiguos y vitalistas.

Pero surge Lutero y, con él, la reforma y el protestantismo y, con ellos, una vuelta a la moral sacerdotal, grupal, "objetiva" teóricamente, restrictiva y "anti-vida". Así que Nietzsche, en "El Anticristo", abomina de Lutero, en particular, y de los alemanes, en general, por haber destruido lo que ya casi estaba consumado socialmente. Que es el marco dónde a él le importa que se concrete.

Respecto a los judíos, y contra el sambenito que se le carga, Nietzsche no tiene nada en absoluto, ni el menor prejuicio, más bien al contrario, le merecen una buena opinión.

Si se lee atentamente "El Anticristo" se puede ver que cuando su diatriba parece volverse contra ellos en realidad no es así. Es, nuevamente, contra el sacerdocio y la moral grupal restrictiva que éste genera, protege y perpetua, contra lo que se dirige.

Cuando en esa obra habla de los judíos en negativo se está refiriendo -y en ocasiones lo explicita- al sacerdocio judío no a los judíos en sí.

El Anticristo
Pese a su provocativo título la obra El Anticristo de Nietzsche dista de estar relacionada con el personaje bíblico del Apocalipsis o con cualquier asunto satánico o diabólico. En realidad Nietzsche realiza una diatriba, una obra polémica y especialmente ácida- pero no contra la figura de Jesús Nazareno sino contra el cristianismo, pero no contra cualquier cristianismo sino contra el cristianismo paulino, el que surge a la sombra de Pablo y contra su institucionalización posterior, que considera directamente vinculada a las ideas de Pablo.

El subtitulo de la obra resulta mucho más adecuado respecto a su contenido que el título en sí mismo, es subtitulo es Maldición sobre el cristianismo, y aunque no se ahorra truculencia al definir el contenido a través de la palabra “maldición” eso resulta más exacto en relación a la intención y contenido de la obra que la idea de un ataque a la figura de Jesús que no existe.

La crítica de El Anticristo
En puridad lo que se encuentra en El Anticristo de Nietzsche es una virulenta crítica hacia el cristianismo, y de rebote hacia el judaísmo como religión, y no solo como religión en cuanto a su doctrina, que ataca al vitalismo de Nietzsche y a lo que el filósofo considera como auténticos valores sino también en cuanto a Iglesia institucionalizada, y aquí el autor no hace diferencias entre ramas del cristianismo, deplora tanto el entramado institucional católico como el protestante o el greco-ortodoxo, no hay diferencia alguna en ese sentido.

Una clave de la obra se encuentra en la sucesión de título y subtítulo, Nietzsche utilizó diversos sobrenombres para referirse a sí mismo, un era “el Crucificado”, otro “Dioniso” y un tercero “el Anticristo”. Es, pues, Nietzsche quién asume en primera persona el discurso que desarrolla en su obra y es de su propia boca de la que sale esa “maldición sobre el cristianismo”.

La diatriba se dirige no solo a la religión sino más específicamente a sus difusores y sostenedores, aquellos a los que el filósofo llama “clase sacerdotal”, en ese punto es donde centra toda su artillería pesada, y no hace demasiada distinción entre el sacerdocio cristiano o el judío, al que considera antecesor del cristiano. Es preciso hacer una aclaración en este punto, Nietzsche, pese a cierta mala fama cosechada con posterioridad, no es en absoluto antisemita, su antagonismo con el judaísmo como con el cristianismo lo es puramente por la vía religioso institucional y, en realidad, es más exacto definir su postura como anticlericalismo.

Los valores
Naturalmente también tiene una crítica de fondo a los valores que difunde ese clericalismo, pero esa crítica se centra más en los valores que entiende se anulan que por los que se profesan en sí -aunque los desprecia abiertamente-. El autor considera que esos valores cristianos, que se centran en lo que considera la defensa de la “masa”, el igualitarismo y el escapismo de la realidad a través de la promesa de un mundo ultraterreno, reprimen los relacionados con la exaltación de la vida en el mundo, la fortaleza, la pasión, lo natural, entre otros.

A su vez, considera esos valores como “aristocráticos”, pero aquí entra en juego una de las muchas ambigüedades de Nietzsche o, mejor dicho, de los distintos significados que aplica a los términos, porque, para Nietzsche, lo “aristocrático” es oposición de lo “burgués” que, a su vez, identifica con la “masa” como negación del individuo y a los valores colectivos, de ahí su rechazo al igualitarismo que priman por encima de los individuales.

El considerar que la sociedad burguesa y sus valores colectivos se sustentan en el cristianismo es lo que le lleva a su diatriba respecto a este último, y no tanto lo que el cristianismo tiene de consuelo en esta vida con sus promesas de vida futura. En ese sentido es elocuente su buena opinión sobre el budismo, que entiende que aunque sirva como “consuelo” carece de las “contraindicaciones” que, para él, conlleva el cristianismo.

La imagen de Jesús y Pablo
Es interesante observar su buena opinión de la figura de Jesús Nazareno, aparentemente contradictoria con el contenido de su obra, pero es que, como se ha indicado, Nietzsche no carga contra Jesús carga contra Pablo y lo que piensa que significa.

Veamos que dice de Jesús: “Este dulce mensajero murió como vivió, como enseñó, no para redimir a los hombres, sino para mostrar cómo se debe vivir. Lo que dejó como legado a la humanidad es una práctica: su actitud frente a los jueces, esbirros, acusadores y cualquier clase de calumnia y de escarnio, su actitud en la cruz. No resiste, no defiende su derecho, no da un paso para alejar de si la ruda suerte, antes por el contrario, la provoca... Y ruega, sufre, ama con aquello, en aquellos que hacen el mal... No defenderse, no indignarse, no atribuir responsabilidad... Pero igualmente no resistir al mal, amarlo... Evidentemente si no se trata de una opinión especialmente exaltada no se trata tampoco de una opinión negativa, ni mala.

Muy diferente es, sin embargo, lo que opina de Pablo: “En Pablo se encarna el tipo opuesto al de buen mensajero, el genio del odio, de la inexorable lógica del odio. ¿Qué ha sacrificado al odio este disangelista? Ante todo, el redentor: le clavó en la cruz, Pablo quiere el fin, por consiguiente, quiere los medios... Lo que él mismo no creía, lo creyeron los idiotas entre los cuales sembró él su doctrina, con Pablo, el sacerdote quiere una vez más el poder; sólo podía servirse de ideas, teorías, símbolos con los que se tiraniza a las masas y se forman los rebaños”.

Para Nietzsche, Jesús, es una figura de un “buen” y “dulce” mensajero, Pablo no, Pablo es la encarnación del clero y su institucionalización, que actúan por odio a los verdaderos valores vitales e individuales, y por ansia de poder, su medio es el control y la “tiranía” sobre las masas, que es a la vez la fuente de poder de esta “casta sacerdotal” y el objeto de su dominio.


http://filosofia.about.com/od/etica/fl/Nietzsche-y-el-cristianismo.htm
http://filosofia.about.com/od/Obras-Principales/a/El-Anticristo-De-Friedrich-Nietzsche.htm