miércoles, 12 de marzo de 2014

Extraterrestres, literatura y arte

Parte tercera.

Los restos arqueológicos encontrados en relación al hombre inteligente, se suponen que tienen dos millones de años de antiguedad, pero la aparición de manifestaciones rituales, la superstición y la creencia en fuerzas superiores comienzan sin lugar a dudas con la aparición del Homo Sapiens hacia el año 200.000 aC. La teoría de que esta evolución humana se debe a la intervención de un tipo de diseño inteligente, la podemos encontrar en diversas teorías actuales.

Una de estas hipótesis afirma que la evolución humana se debe a la intervención de un tipo de inteligencia exterior al planeta. Según la teoría intervencionista, hubo algo que vino desde fuera y que no era propio de la Tierra, que realizó una modificación en el paquete genético de las especies del planeta, hace mas de 450.000 años.

Los territorios comprendidos entre los ríos Tigris y Eúfrates zona conocida como Mesopotamia, albergó hacia el año 4.500 AC la cultura Obeid, desarrollándose después el primer asentamiento urbano hasta la fecha conocido de la historia del hombre, Eridú. Mas tarde apareció la cultura de la ciudad de Uruk que fue la que realmente precedió a la cultura Sumeria. En esta ciudad estado del 3.500 AC al 3.000 AC se han encontrado los restos de escritura más antiguos, una lengua de tipo aglutinante escrita sobre tablillas de barro, con una pequeña cuña, llamada escritura cuneiforme

Sobre doce de estas tablillas de barro, aparece el primer relato escrito por el hombre, llamado la Epopeya de Gilgamesh. Es el primer viaje, el primer diluvio, la primera amistad, la primera aventura, la primera dicotomía entre naturaleza y civilización, el primer enfrentamiento a la muerte… la primera novela escrita en verso. En esta epopeya, aparece Gilgamesh, un rey poco bondadoso, que se comportaba a menudo como un verdadero déspota, un ser mítico de extraordinaria altura 5,60 metros de alto, compuesto en sus dos terceras partes de esencia divina y que hablaba y se codeaba entre los dioses como uno más de ellos.

Los sumerios eran grandes observadores del cielo, en un sello cilíndrico de barro del III milenio AC, hay una imagen como fondo de una escena en la que se puede ver claramente una estrella con puntas, rodeada de pequeñas esferas que rotan alrededor suyo. Además de una clara representación del sistema solar, esta se asemeja curiosamente en proporciones con los nueve planetas de nuestro sistema y de sus satélites más importantes. Hay investigadores que sospechan que la representación de algo que no se puede observar a simple vista, fue inspirado por el conocimiento de una raza alienígena, quienes habrían trasmitido también conceptos principales de agricultura, metalurgia o de la propia escritura cuneiforme.

Desde el año 3.000 AC, los semitas se extienden desde Arabia hacia el norte, hasta instalarse en Mesopotamia. Los Acadios forman allí un gran reino de lengua semita, este término hace referencia a los descendientes de Sem, segundo hijo de Noé, (Génesis, 10:21), y (Génesis, 9:24). La familia lingüística semita, incluye entre otras, las formas más antiguas y modernas del acadio, árabe, arameo, fenicio, y hebreo.

Los judíos semitas tenían gran conocimiento de la tradición literaria sumeria por haber sido desterrados como esclavos a Babilonia, y de la egipcia por haber emigrado hacia las tierras del Nilo, de esta última tradición literaria también pudieron tomar supuestamente, inspiración para otros elementos y relatos como el de la historia de Job.

En el Antiguo Testamento aparecen relatos sobre los nephilim, refiriéndose a unos gigantes que poblaron la tierra, (Génesis, 6:4) y libro de los (Números, 13:3). Estos hijos de Dios o ángeles caídos, se mezclaron con mujeres humanas, dando lugar a seres híbridos que llegaron a ser muy poderosos. Además el libro de la (Sabiduría, 14:6), que es un deuterocanónico de la Biblia, y el texto apócrifo del libro de Enoc, asume el hecho de la desaparición de los gigantes al diluvio universal hacia el año 2.370 aC, quedando así solamente la nueva humanidad. Algunas fuentes dicen que estos seres híbridos de las dinastías sumerias antediluvianas, estos reyes de carne y huesos, muy longevos pero no inmortales, habitaron entre los humanos y enseñaron a estos numerosas habilidades. Los hijos de Anu o Anunakis, seres extraterrestres que vinieron del cielo a la tierra, se convirtieron en reyes sumerios y fueron catalogados de dioses o semidioses por la humanidad.

Las conexiones entre las distintas culturas parecen evidentes, algunos faraones egipcios decían que procedían del linaje directo de los dioses. Akhenatón y su mujer Nefertiti que reinaron en el año 1338 AC, tenían una cabeza extrañamente alargada, fruto de una especial herencia genética. Además el faraón poseía un cuerpo extrañamente andrógino. Este tipo de cráneo es encontrado también en yacimientos de las culturas precolombinas, en donde las estatuas son muy similares y los barcos, como los aymaras del Titicaca en Bolivia son similares a los egipcios. Estos hallazgos entre culturas tan distantes, señalan también la hipótesis del contacto de estas culturas con los Elohim, a través de la expansión de la cultura atlante.

En la tradición religiosa hebrea "mal´ak" significa mensajero, este término que se encuentra en el Antiguo Testamento esta desarrollado también como idea teológica en pensamiento cristiano.

"Los carros de Dios son miles y miles, en ellos vino del Sinai al Santuario" (Salmo 68,18)

"Miré, era una forma humana; por debajo de la cintura no era mas que fuego, y de la cintura para arriba era como un metal incandescente" (Ezequiel 8,2)

"Vi cuatro ruedas colocadas al lado de los querubines, y las ruedas resplandecían como piedras preciosas... Cuando los querubines se detenían, las ruedas se detenían junto con ellos..." (Ezequiel 10,9-17)

"Escuchen ese rugido que viene de las montañas como de una inmensa muchedumbre... Yahve y los defensores de su causa llegan de lejanas tierras..." (Isaias 13,4-5)

"Pues he aquí que Yahve se presenta en medio del fuego, montados en los carros de la tempestad..." (Isaias 66,15)

“Mientras seguían andando y hablando, he aquí que un carro de fuego y caballos de fuego separaron al uno del otro y subió Elías en un torbellino al cielo. Eliseo miraba y clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su caballería! Y no lo vio mas” (Reyes 2,11-12)

Pero más allá de conjeturas, con este escrito pretendemos cerrar un capítulo dedicado a dar una visión más, sobre la supuesta vida extraterrestre. En la primera de esta tres entradas "El hermano extraterrestre" nos acercamos a la visión que tiene actualmente la Santa Sede sobre la posible existencia de otros mundos y otras vidas, y su relación e influencia en la fe. La segunda entrada "Cráneos extraños, elongaciones y otras deformidades" intentó arrojar luz fuera de especulaciones, sobre un tema controvertido y de bastante actualidad. La entrada que nos ocupa "Extraterrestres, literatura y arte" cierra esta trilogía acercándonos a las supuestas referencias extraterrestres en distintas culturas, en los escritos sagrados del Antiguo Testamento, y en el arte sacro del Nuevo Testamento.

Con la aparición de la figura del Cristo, las especulaciones sobre la vida extraterrestre lejos de desaparecer han continuado, desde su concepción divina, hasta sus habilidades milagrosas no han hecho otra cosa que conferirle un halo de misterio sobrenatural. La estrella que guió a los magos de Oriente, el bautismo del Jordán, la aparición de ángeles anunciadores, la transfiguración de Jesús, la resurrección, o la ascensión de Cristo, son misterios ineludibles para los que rastrean la Biblia en busca de señales extraterrestres. "El bautismo de Cristo" de Aert de Gelder, que se encuentra expuesto en el museo de Fitzwilliam de Cambridge y fue pintado hacia el año 1710 lo corrobora.


Este cuadro a sido referencia frecuente de los ufólogos, por el disco luminoso del que parten cuatro rayos de luz, iluminando el bautismo de Jesús. En muchas obras pictóricas sobre el bautismo de Jesús, se representa la gracia divina, como una paloma dentro de un círculo dorado del que emanan rayos de luz, como es el caso del "Bautismo de Cristo" de Perugino o la "Disputa del Sacramento" de Rafael entre muchas otras. En la obra de "El bautismo de Cristo" de Aert de Gelder, si observamos minuciosamente el cuadro, vemos que en el centro del disco dorado, en una especie de empasto se encuentra la paloma que representa al Espíritu Santo. El catálogo informativo de las obras del museo, describe la escena de la siguiente manera: Las dos figuras están iluminadas por los rayos de la Paloma muy por encima de ellos, y en medio de la oscuridad general.

Otras obras en las que se puede observar esta forma de representación del Espíritu Santo son: Bautismo de Verrocchio, Bautismo de Vironese, el de Bellini e incluso el Bautismo de Francesca Piero

"La Madonna de Saint Giovannino" es una obra pictórica realizada entre 1466 y 1513 y atribuida a Sebastiano Mainardi. Esta obra está expuesta en el Palazzo Veccio de Florencia.


Simbólicamente en el arte sacro el ángel es símbolo de lo invisible y la nube es símbolo asociado a los profetas o mensajeros. La anunciación a los pastores se representa habitualmente con la unión simbólica de una nube celestial luminosa y un querubín en su interior. La controversia de este cuadro se suscita por un objeto con forma de nube o cúpula metálica,una figura que flota en el cielo en la parte superior derecha. Un supuesto avistamiento ovni, por un pastor acompañado de su perro, que se protege de la luz colocando la mano sobre su frente. Es difícil entender por que no esta representada la anunciación por un ángel dentro de una nube luminosa, tal y como narran los evangelios bíblicos, puesto que en otras muchas obras de la misma temática se puede apreciar representado este suceso. Una posiblidad es que al ser el ángel un símbolo de lo invisible o sublime, sea una representación minimalista de la escena. Por otro lado debemos señalar que la influencia en el arte es variopinta, y no es recibida únicamente de los evangelios canónicos, sino también de otros escritos apócrifos como el Protoevangelio de Santiago, documentos de mayor antiguedad que los evagenlios de supuesta inspiración divina.

"Y llegaron al lugar en que estaba la gruta, y he aquí una nube luminosa la cubría... mis ojos han visto pródigos anunciadores de que un Salvador le ha nacido a Israel. Y la nube se retiró enseguida de la gruta, y apareció en ella una luz tan grande, que nuestros ojos no podian soportarla"

Esta otra teoría, se basa supuestamente una representación de la pureza y tradición de los primeros cristianos gnósticos, y de como estos grupos narraron los sucesos, siempre con la incertidumbre de lo que realmente vieron, frente a la iconografía antropomórfica de los evangelios elegidos por la Iglesia cristiana.

Otra obra referenciada frecuentemente por los ufólogos, debido a la aparición de dos extraños objetos situados a ambos lados del cuadro es "La crucifixión". Esta obra está ubicada en un lateral del sepulcro de Sidonia, en Georgia.


Si analizamos otras crucifixiones realizadas según el estilo Bizantino, podemos observar que estos mismos símbolos o similares aparecen a ambos lados de la cruz. Además de la iconografía bizantina tradicional, podemos encontrar la figura del sol y la luna en otras obras medievales, realizadas por pintores como, Crivelli, Rafaelo, o Bramantino


El caso más controvertido es el cuadro de "La crucifixión" expuesta en el monasterio de Visoki Decani de Kosovo, en el que la luna y el sol están representados con un cuerpo humano dentro, quizás una nueva representación antropomórfica del Universo.


En el cuadro de "La glorificación de la Eucaristía" podemos observar a Jesús sentado a la derecha de Dios Padre, sujetando ambos con sus manos dos especies de antenas que salen de una gran esfera sólida similar a un satélite. En la parte central de arriba del cuadro se observa una paloma, símbolo del Espíritu Santo, de la que mana una intensa luz.


En muchas representaciones de la Trinidad aparecen globos similares a este, que representan la esfera celestial, en las que se suele mostrar pintada semitransparente esta esfera de la creación, con la Tierra en el centro y la Luna y el Sol alrededor, y en algunos casos incrustadas en su exterior. Las varas que son asidas por los personajes del cuadro pueden representar los bastones de mando del control del universo.

Existen representaciones similares en "La Trinidad" de Marco Bianchini en Jerusalén, o la de Pieter Coecke entre otras.

Otro caso de referencia común por los ufólogos, es el de los tapices conocidos como "La vida virgen". estos diecinueve cuadros de la historia de María cuya creación fue ordenada por el Cardenal Jean Rolin sobre 1474, muestran varios objetos interpretados como presencia de vida extraterrestre en la antiguedad. Estos objetos en forma de platillo volante son interpretados en los libros de arte, como sombreros cardenalicios, que se encuentran encima de castillos o ciudades fortificadas, para marcar la posesión de estos lugares con el símbolo del propietario. La simbolizacion de estos sombreros en otros colores distintos al rojo, podría indicar que se trata de obispos y arzobispos.


En definitiva, un punto de vista más con el que poder constatar las distintas informaciones.

Fuentes: Distintos blog de ufología de la red, Libros Apócrifos, Libros de arte de la pintura occidental.

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