viernes, 4 de octubre de 2013

Matemáticas y Geometría Sagrada

Las Matemáticas y la Geometría Sagrada son el lenguaje de la creación. El universo está creado en base a ellas, nada se manifiesta ni existe en el universo sin su apoyo. Los átomos de materia, son simples esferas con electrones que se desplazan alrededor de su núcleo. Los seres humanos somos formas y figuras geométricas, compuestos de unos 100 billones de células que desarrollan las más asombrosas funciones, células que detectan la luz situadas en la parte posterior del ojo, células nerviosas que transmiten mensajes por todo el cuerpo, células destinadas a viajar en la sangre transportando el óxigeno por todo el organismo, un complejísimo sistema inmerso en un orden matemático muy preciso. La geometría humana es perfecta, la sangre, la piel, los organos, todo nuestro cuerpo esta formado por distintas células programadas para cada fin. En el cerebro humano hay mas de 86.000 millones de neuronas, de las cuales algunas tienen más de 60.000 conexiones, una cifra astronómica de enlaces que se rigen de forma totalmente incosciente. En este mismo instante, mientras leemos, el universo del ecosistema humano realiza las mas complejas funciones para conservar su equilibrio geómetrico y matemático, en definitiva, la salud.


Por tanto, la Geometría Sagrada es el lenguaje de todo cuanto ha sido creado, en ella se encuentran las lenguas, leyes físicas, formas biológicas, e incluso el ser humano como elemento individual.

El número Phi 1.618... es la base de todas las estructuras orgánicas e inorgánicas que conocemos, hasta la estructura ósea del cuerpo humano se basa en el número phi o proporción áurea.



Cuando se analiza la geometría que se encuentra en cualquier elemento de la creación, aparece la regla áurica o la geometría pentagonal, incluso ambas a la vez, teniendo vital importancia los polígonos convesos regulares, y los polígonos estrellados regulares, que son aquellos que poseen el mismo número de lados que de ángulos

La geometría pentagonal del pentágono, el pentagrama y el decagrama, era sagrada para los pitagóricos, debido a que esta geometría estaba regida por Phi, simbolo de la perfección, siendo la cuerda de estos polígonos, la longitud del radio multiplicada por Phi (c = Phi * r)

Los sólidos platónicos, son sólidos perfectos, todos sus ángulos y lados son iguales y todos sus vértices encajan en la superficie de la esfera que los contiene, toda la creación parte de estas formas, tetraedro, cubo, octoedro, icosaedro y dodecaedro


Leonardo Fibonacci descubrió en el siglo XIII una secuencia que se halla en la naturaleza, esta secuencia rige diversos principios, desde el crecimiento de las plantas, a las espirales de las conchas marinas, y hasta las más lejanas galaxias, es una espiral que gira costantemente sin principio ni fin.

Su secuencia es 1,1,2,3,5,8,13,21,34,55,89,144,233...

Esta secuencia se forma sumando el numero inicial con el resultado de la suma, 1+1=2, 2+1=3, 3+2=5, 5+3=8, 8+5=13 y así sucesivamente, además si dividimos un término de esta secuencia entre el inmediato anterior, nos acercaremos de nuevo sorprendentemente al trascendental número Phi. Este es el modo en que la naturaleza se comporta con aquello que carece de principio ni fin.

Utilizando la proporción áurea o número Phi, podemos obtener el rectángulo medio dorado o rectangulo áureo, el suelo de la cámara real de la gran pirámide tiene forma de rectángulo áureo perfecto.


Continúa en Matemáticas y Geometría Sagrada II

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