Todos y cada uno de nosotros hollamos uno de estos senderos, recorriendo "El árbol de la vida". Desde MALKUT a KETER, desde bajos niveles de conciencia a altos niveles de conciencia. Desde la ignorancia espiritual a la iluminación de la conciencia del amor puro.
Esto es así, ha sido, y será. Difícil de entender para quien la luz de TIPHARET aun es débil.
La enmarcación sagrada de TIPHARET, ilumina al ser durante toda la existencia. Es la belleza del universo. La llama de la espiritualidad. El sendero de ascenso hacia su verdadero yo.
Las enmarcaciones sagradas de MALKUT, el reino físico, YESOD, el fundamento emocional, y HOD y NETSA, el esplendor y la victoria intelectual, están iluminadas por la luz de la belleza de TIPHARET.
Cuando la puerta intelectual de HOD se entreabre a la belleza de TIPHARET, la luz sagrada ilumina la mente del ser, otorgándole la posibilidad de ordenar el conocimiento adquirido, acorde a la nueva vibración de la belleza, pues en la oscuridad nada se reconoce.
NETSA entonces, el mental abstracto, hermano de HOD, el mental concreto, culminará el intelecto espiritual necesario para completar el primer plano en "El árbol de la vida".
Todo se experimenta en MALKUT, el reino físico, el cuerpo humano.
La iluminación de MALKUT o cuerpo físico, de YESOD o plano emocional, y de HOD y NETSA, plano intelectual concreto y abstracto, por parte de TIPHARET, conducen al ser a una vibración mas elevada, a su realidad mas excelsa, en definitiva, al inicio del encuentro con su verdadero yo.
HOD significa ventana y puerta, esta enmarcación del mental concreto es el recipiente del conocimiento adquirido.
La apertura de la ventana y la puerta de HOD, permite la entrada de la luz de la belleza de TIPHARET. Este estado lo conocemos como "La iluminación".
La belleza de la luz de TIPHARET enciende el celo que cuida la llama de la espiritualidad en MALKUT, manteniéndola viva para siempre, en el ahora eterno.
La definitiva iluminación de los planos físico, mental, e intelectual por la belleza de la luz de TIPHARET, invita a abandonar el plano físico de MALKUT. Esta acción es conocida como "La muerte iniciática"
"La muerte iniciática" desvela la clave de la vida. Administrar esta en el servicio a los demás. Este abandono de MALKUT despierta la energía del corazón, apareciendo el niño interior. Corrige los errores del conocimiento adquirido. Despierta los estados meditativos. Modifica los sueños, y produce cambios biológicos.
Una vez abandonado MALKUT es inevitable ascender a un plano superior. Los aspectos del plano divino muestran ahora la severidad de GUEBURA, y la misericordia de HESED, iluminados por la luz equilibradora de KETER.
La severidad de GUEBURA nos adentra en el entendimiento de las leyes de la naturaleza. Nada es para siempre. Todo está en movimiento. Aquel que se aferre a algo por muy bello que parezca, sufrirá la debastadora fuerza del paso de la existencia.
La misericordia de HESED abre el verdadero camino de la humildad, el propósito de elevación de la conciencia. Descubre el principio benefactor, reconociendo la indesviable justicia en todas las circunstancias que nos depara la existencia.
En esta esfera divina es donde se muestra la inmortalidad del alma. Desaparece el miedo. Es aquí donde se encuentra el velo del templo de Salomón, un velo sutil que esconde las tres grandes tentaciones del ser.
La tentación de los bienes materiales, el dinero, y las posesiones. La debilidad por el poder, y el ansia de figurar. La utilización desequilibrada del placer sexual, y de la energía del sexo, es decir, del poder creador de la humanidad.
Libres de tentación, ante el alma se acaba el sendero y aparece el abismo. Saltando a él, accederemos a las enmarcaciones sagradas de BINAH y JOSMA.
En el abismo DAAT, reside el entendimiento absoluto de BINAH, y la sabiduría absoluta de JOSMA. Aquí aparecen los poderes sobrenaturales del ser. BINAH y JOSMA, madre y padre cósmicos. La dualidad equilibrada por la luz de la corona de KETER.
Veintidós senderos y diez enmarcaciones sagradas, conforman "El árbol de la vida"