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viernes, 11 de abril de 2014

El despertar de la Kundalini II

El despertar de los chakras y de la Kundalini según Hiroshi Motoyama. (Parte quinta)

En su despertar personal de la kundalini, Motoyama no percibió ningún símbolo, no obstante su madre, una mujer sencilla y sin conocimiento del sanscrito, si los percibió. Ella refería que en su chakra Anahata habia visto un símbolo que le recordaba a un velero invertido que estaba dentro de una estrella de seis puntas. Años más tarde cuando Motoyama estudia sánscrito queda sorprendido al comprobar que la experiencia de su madre era la visión del símbolo que tradicionalmente se asociaba con el chakra Anahata. Motoyama por tanto cree que los chakras que vivenció Leadbeater corresponden al doble etérico, y no a los chakras superiores de su dimensión causal o astral.

Hirosi Motoyama es un científico nacido en Tokio el 15 de diciembre de 1925. Doctor en filosofía y psicología clínica por la universidad de Tokio, llevó a cabo un trabajo de investigación detallado e investigaciones sobre los chakras y el despertar de la kundalini, basado en su experiencia personal. Se inicia en el camino espiritual a temprana edad, debido a que su madre y su nodriza estaban muy entregadas al mundo espiritual. Recitaba sutras budistas y plegarias Shito con su madre, en los templos y santuarios a los cuatro años de edad. También a temprana edad frecuentó lugares de gran energía y ascetismo religioso. Más adelante durante la época espiritual vivida con su madre y su nodriza, llegó a conocer y a experimentar la existencia de entidades no humanas en dimensiones superiores, debido al entorno y a su propio karma fue introduciendose en el mundo de una realidad dimensional más elevada.

El despertar del chakra Muladhara.

Cuando Motoyama contaba con veinticinco años de edad se levantaba habitualmente a las tres de la mañana para hacer asanas durante media hora, a continuación meditaba durante tres o cuatro horas más. La primera parte de la meditación la dedicaba al pranayana y la parte final a la concentración sobre los chakras.

Los métodos de pranayana utilizados por Motoyama, mejoraron su estado físico y psicológico a los seis meses de práctica, además de las alteraciones gástricas y las molestias de oído. con la práctica continuada empezó a sentir nuevas sensaciones, picor en el cóccix, sensación de hormigueo en la frente y en la parte superior de la cabeza, y calor en el bajo abdomen. además podía oír un zumbido alrededor del cóccis y su sentido del olfato se amplificó.

Esta situación se prolongó durante tres meses, cierto día que meditaba Motoyama delante de su altar, sintió un calor especial bajo el abdomen, seguido de una especie de bola de luz rojo oscura, de repente, le recorrió la espina dorsal una fuerza que ascendió hasta la parte superior de la cabeza, durando apenas dos segundos, al instante su cuerpo se elevó del suelo unos centímetros y quedó aterrorizado. Todo su cuerpo ardía y el dolor de cabeza le duró toda la jornada, el estado febril le acompañó dos o tres días.

La primera experiencia de Motoyama de elevación de la Kundalini a través del Sushumna fue esta, y no experimentó más problemas físicos y mentales asociados a esta vivencia debido a que su chakra Sahasrara y por tanto la Puerta de Brahman se encontraban abiertos, saliendo la kundalini a través de ella y alejándose hacia la dimensión astral.

El despertar del chakra Svadhishthana.

La sensación febril que se experimenta en este chakra con la práctica inicial del pranayama, antes del despertar de la kundalini fue para Motoyama como una mezcla de fuego y hielo, acompañada por una visión de vapor blanco. Uno o dos meses después empezó a ver en el abdomen una bola de color carmesí. El despertar de este chakra se acompañó de algún sueño profético, y de vivencias involuntarias paranormales, como la telepatía.

Motoyama pudo activar los chakras Svadhishthana, Manipura y Sahasrara con más facilidad que el resto. La facilidad para despertar el Svadhishthana pudo deberse al ascetismo del agua que practicó desde la infancia, pues la conexión entre este chakra y el agua es muy fuerte. Muchos psíquicos modernos despiertan este chakra con esta técnica, de hecho las personas psíquicas con capacidades paranormales natas no controladas, tienen despierto el chakra Svadhishthana.

El despertar del chakra Manipura.

Al cabo de seis meses de comenzar a practicar el yoga, Motoyama con frecuencia veía durante las meditaciones una luz rojiza centrada en su ombligo que se volvía intensamente blanca. En esa época empezó a ver con mas frecuencia seres astrales inferiores durante la meditación. A veces era capaz de mejorar su sufrimiento, entonando para ellos oraciones de predicación y sutras budistas y emitiendo prana de forma consciente. Si los espíritus eran fuertes y hostiles se sentía afectado y le era imposible ayudarlos, llegando incluso a ponerse enfermo o malhumorado. Otra de las consecuencias de despertar este chakra es la aparición en Motoyama de capacidades paranormales como la clarividencia, la telepatía y la introspección espiritual.

El despertar del chakra Manipura abre la capacidad para ponerse en contacto con el mundo espiritual, pero si olvidamos el desarrollo de los demás chakras, o si utilizamos uno en especial únicamente, se corre el riesgo de que se produzcan enfermedades corporales y mentales. Muchos psíquicos que han abusado del contacto con los espíritus a través de este chakra han muerto jóvenes por la sobrecarga o desequilibrio con los otros chakras.

La consecuencia normal del despertar del chakra Manipura, hace las emociones más ricas manteniéndolas bajo control, y aumenta la simpatía.

El despertar del chakra Anahata.

Motoyama relata que la aparición de dolor hacia la parte alta del esternón es normal en el despertar de este chakra, pero dentro de un estado saludable, de gran actividad y de necesidad de pocas horas de sueño. El despertar del chakra Anahata comenzó para Motoyama como un calor que surgió en el cóccix, subió a través de la columna vertebral hasta el corazón sintiendo el pecho muy caliente. A continuación vio brillar su corazón con un tono reluciente oro. Todo esto sucedió con el ascetismo del agua, momento durante la meditación en el que rociaba al amanecer su cuerpo semidesnudo con agua helada durante casi una hora en invierno. El calor que se elevaba por su cuerpo comenzó a convertir el agua en una nube de vapor.

Cuando la kundalini ascendió del corazón a la parte superior de su cabeza, la luz adquirió un tono blanco brillante, abandonando su cuerpo por la parte superior de su cabeza y elevándose hacia dimensiones mucho más altas. El despertar del chakra Anahata proporcionó a Motoyama la capacidad de realizar curaciones psíquicas. El cuerpo astral, o energía espiritual de Motoyama era capaz de entrar en el de otra persona y realizar en su interior procesos curativos. Motoyama cree que las curaciones milagrosas pueden ser realizadas por el Chakra Anahata.

Además Motoyama considera que la actitud de desapego hacia las cosas mundanas, se consigue a través de este despertar, gozando entonces de la autentica libertad.

El despertar del chakra Vishuddha.

Al cuarto año de yoga y después de los pranayama diarios, Motoyama empezó la concentración en el chakra Vishuddha. Al poco tiempo surgió un irritación que empezó a dificultarle la respiración.

Después de varios meses de concentración en la meditación sobre el chakra Vishudha, Motoyama comenzó a ver una oscura luz púrpura que se extendía gradualmente en torno a su cabeza, perdía la conciencia de su cuerpo y se sentía lleno de calma y seguridad, en un estado de vaciamiento.

Tras experimentar este estado varias veces se encontró en un abismo de vacío absoluto, viviendo un miedo que le hizo pensar en abandonar el yoga. Motoyama sentía que su apego a este mundo llegaba a su fin, que estaba dejando este mundo con esta experiencia.

Durante este proceso, tuvo que enfrentarse con seres horribles, pasando por una experiencia bastante aterradora. Sin embargo llegó a la certeza de que no había nada que temer poniéndose en manos de Dios, convencimiento con el que pasó por esta nueva etapa.

Cuando logro superar su miedo logró ver que no estaba apegado a este mundo, dándose cuenta que era capaz de ver el pasado, presente y futuro en la misma dimensión, superando las distinciones entre ellos. Además que era capaz de ver las vidas anteriores, su situación presente y el futuro de las personas, en una corriente de continuo fluir. Motoyama relata que la apertura del chakra Vishudda permite escuchar con los oídos de la mente.


El despertar del chakra Ajna.

Motoyama se concentraba en el chakra Ajana visualizando la absorción y difusión de prana durante el pranayana, mientras entonaba durante todo el tiempo el mantra OM. Tras realizar este ejercicio una hora diaria durante varios meses, la energía de la Kundalini se elevó por su cóccix hacia la columna vertebral calentando todo su cuerpo. La zona del abdomen que rodea al chakra Svadhishthana se endureció y la respiración se tornó tan fácil y lenta que sintió que podía vivir sin respirar. La mitad superior de su cuerpo pareció haber desaparecido mientras que su chakra Ajna brillaba entre sus cejas como una luz blanca y resplandeciente, al rato oyó que una voz le llamaba, una voz que le llenó de éxtasis y le reveló un símbolo divino de poder. Este estado se prolongó durante varias horas e indicó el inicio del despertar del chakra Ajna.

Con este despertar apareció un estado de conciencia ampliada, una conciencia de una dimensión más elevada, además de capacidades psíquicas que parecían emanar de una dimensión diferente a las facultades asociadas con el despertar de los chakras Anahata y Manipura. Cuando se despertó este último chakra, Motoyama se vio afectado por los espíritus, además de comenzar a ver el karma de vidas anteriores de otras personas, sin embargo después del despertar del Ajna, se volvió consciente del sufrimiento de los espíritus pudiendo ayudar a liberarlos mediante rezos.

El despertar del chakra Ajna aporta la capacidad para transcender y purificar el karma, por esta razón es absolutamente necesario despertar los chakras Ajna y Sahasrara, para que el ser humano pueda evolucionar y ascender a un plano más elevado.

El despertar del chakra Sahasrara.

El Shoshuen es una práctica taoista utilizada por Motoyama para despertar el chakra Sahasrara. Se realiza subiendo la kundalini a lo largo del Sushumma hasta la parte superior de la cabeza, dejándola caer después al chakra Ajna durante la inhalación. Después se mantiene alli la energía reteniendo la respiración tres segundos, dejando caer esta nuevamente al chakra Svadhishthana reteniendo de nuevo la respiración, manteniendo así la circulación de la kundalini desde el Muladhara a la cabeza sucesivamente.

Este ejercicio permitía a Motoyama ver el interior del Sushumma, del Sahasrara y de otros chakras brillando. Tras la práctica de seis meses de yoga, una luz brillante y dorada empezó a entrar y salir del cuerpo de Motoyama a través de la parte superior de la cabeza, sintiendo como esta zona se prolongaba hacia arriba diez o veinte centímetros. Motoyama podía ver como su yo espiritual abandonaba su cuerpo por el chakra Sahasrara, elevándose gradualamente e incorporándose a los cielos por la parte superior de su cabeza.

Motoyama tuvo conciencia de forma espontánea de su misión, de otras vidas y de su propio estado espiritual, sumergiéndose por entero en una calma extraordinaria. Despues consideró que era imprescindible regresar al mundo físico, descendiendo por la misma ruta y regresando a su cuerpo por la parte superior de la cabeza. Motoyama tuvo que impregnar todo su cuerpo de energía espiritual pues estaba frio y tenía las extremidades paralizadas, recuperando poco a poco una sensación normal.

Esto le ocurrió menos de un año después de empezar con la práctica del yoga. Durante los años siguientes despertó los chakras Vishuddha y Anahata. Los chakras Svadhishthana, Manipura y Sahasrara fueron los que antes se volvieron activos en Motoyama. El despertar del del chakra Sahasrara permite que el cuerpo astral abandone el físico a través de la Puerta de Brahman. El despertar de este chakra amplifica además las capacidades de los chakras inferiores, activándose estos a un nivel más elevado.

Los trabajos del doctor Hiroshi Motoyama son un documento singular tanto dsde el punto de vista científico como del espiritual. Sus experiencias personales son de extraordinario interés para cualquier adepto, pues facilitan interesantes claves a la hora de poner en práctica el despertar de la kundalini. Su saber y reputación son bien conocidos en el mundo entero, pues ocupa un puesto destacado entre los investigadores mundiales de este campo. La elevación de la kundalini sin duda alguna constituye la experiencia mas trascendental, que puede llevar a cabo un ser humano en su existencia, ya que le hace capaz de contactar con otra dimensión de la conciencia.

Fuente: Chakras, kundalini y las energías sutiles del ser humano (Hiroshi Motoyama)

miércoles, 9 de abril de 2014

Bindu-visargha, la sede del nectar divino.

La sede del nectar divino, según el gurú Satyananda Saraswati.
(Parte cuarta)

El gurú Satyananda Saraswati, es un hindú nacido en el Himalaya sumamente respetado, que ha escrito de forma extensa sobre el despertar de la Kundalini. Sus explicaciones sobre el Bindu-visargha son de excepcional interés. Como ya explicamos anteriormente la transformación del prana o energía vital que desde el cuerpo astral se proporciona al cuerpo físico, es uno de los aspectos más interesantes de las prácticas del yoga. Algunos de los ejemplos más espectaculares de esta particular transformación pueden verse en los casos de yoguis que han sido enterrados durante largos periodos, y que sin embargo permanecen vivos.

El punto Bindu significa gota, y Bindu-visargha, la caída de la gota, una especie de néctar producido en "La sede del néctar". Según la tradición el punto Bindu-visargha se encuentra situado cerca de la parte superior del cerebro, en un pequeño hoyo o depresión que contiene una pequeña cantidad de secreción líquida. Los nervios craneales incluidos los ópticos emanan desde ese punto.


Cuando el néctar divino es purificado por las prácticas yóguicas, comienza a descender y penetra todo el cuerpo, pudiendo la persona subsistir durante largos periodos de tiempo sin aire, alimento o bebida. Existen casos documentados de yoguis que han permanecido enterrados voluntariamente durante cuarenta días, subsistiendo en un estado de hibernación y recuperándose posteriormente por completo. Esto se hace posible mediante la práctica de una forma especial de mudra, en la que se va seccionando a lo largo de años el tendón que está por debajo de la lengua, hasta que ella se curva llegando a la epiglotis y pudiendo sellar totalmente el conducto respiratorio. Esta maniobra logra estimular el centro y el néctar cae al Vishuddha o chakra de la garganta, en donde se purifica y se distribuye por todo el cuerpo, supliendo al oxígeno y a otros nutrientes necesarios para la vida. El Bindu sigue produciendo más néctar ralentizando el metabolismo corporal y por tanto evitando la necesidad de aire, agua, o alimento. De hecho los yoguis enterrados no muestran crecimiento del cabello.

El despertar del chakra Vishudda posibilita el control consciente del metabolismo, de la ingesta alimenticia, y de la digestión entre otras. Cuando el chakra Vishudda y el Bindu se despiertan mediante los mudras y los pranayamas, véase "Las energías sutiles del ser humano II" aparece un sonido de índole no física, compuesto de innumerables vibraciones sutiles, que marcan la localización exacta del punto Bindu.

Fuente: Chakras, kundalini y las energías sutiles del ser humano. (Hiroshi Motoyama)

viernes, 21 de marzo de 2014

Las energías sutiles del ser humano II

La iluminación espiritual (Parte segunda).

La transformación del prana o energía vital que desde el cuerpo astral se proporciona al cuerpo físico, es uno de los aspectos a conseguir en las técnicas que estamos exponiendo. Algunos de los ejemplos más espectaculares de esta particular transformación pueden verse en los casos de yoguis que han sido enterrados durante largos periodos, y que sin embargo permanecen vivos. Se cree que tal cosa es posible a la acción del chackra Vishudda o chackra de la garganta, que cuando se activa, permite a la persona subsistir directamente de la energía astral. Esta energía penetra en el cuerpo directamente desde el Bindu-visargha que significa literalmente "la caída de la gota" refiriéndose al néctar producido en "la sede del néctar".

Según la tradición, el punto Bindu se encuentra cerca de la parte superior del cerebro, hacia la parte posterior de la cabeza. Allí se ubica un pequeño hoyo que contiene una reducida cantidad de secreción líquida. Los nervios craneales emanan desde ese punto, incluyendo también los del sistema óptico. Cuando el néctar divino empieza a descender y penetra por todo el cuerpo, se hace posible que la persona como en el caso de los yoguis, pueda subsistir durante largos periodos sin aire, alimento y bebida, pero este tema lo trataremos más adelante con mayor dedicación.

Los asanas del yoga

La idea de asana no tiene nada que ver con el ejercicio físico, como muchas veces se asocia en occidente. Asana significa postura, una posición corporal en la que cuerpo y mente se encuentran relajados. Los asanas se practican mediante movimientos suaves una respiración profunda y una acentuada concentración. No es necesario ni conveniente que uno se esfuerce. Mediante los asanas se tonifican las funciones de los órganos internos y los sistemas muscular y nervioso.

Grupo 1 - Asanas para la circulación del prana

Según el Ayurveda, un clásico de la antigua medicina India, el cuerpo está controlado por tres "humores" la flema (Kapha), el viento (Vayu) y el ácido o bilis (Pita). Si se produce cualquier irregularidad en la función de estos tres elementos se desencadena finalmente la enfermedad.

El viento o Vayu no son solo gases, es un tipo de prana concebido como un sutil fluido corporal que fluye por los nadis. En las articulaciones es donde más se obstruye el flujo de la energía. Este primer grupo de asanas llamadas Pawanmuktsana son ejercicios concebidos para soltar ese aire favoreciendo la corriente obstruida de prana a través de los nadis.

En la medicina China se postula que existen doce meridianos mayores de energía Ki que recorren todo el cuerpo, la mayoría de ellos se relacionan con un determinado órgano interno al que atraviesan. Los puntos terminales de estos meridianos se localizan en los dedos de las manos y de los pies y son conocidos como puntos "sei" o "manantiales". La posición de los catorce puntos sei de los doce meridianos mayores, más los meridianos del conducto estomacal y del diafragma, se indican en el siguiente diagrama, siendo virtualmente idénticos para ambos lados.


Por estos puntos sei penetra la energía Ki. En el caso de las enfermedades agudas, la acupuntura o la moxibustión produce un efecto inmediato en los puntos sei. El Pawanmuktsana o ejercicios de cerrar las manos y doblar los dedos de los pies, estimula directamente los puntos sei y activa mejor la circulación de la energía Ki o Prana.

Los puntos "gen" u "origen" se localizan según la medicina China en la muñeca o en el tobillo o entre puntos sei y la articulación, los asanas de doblamiento y rotación de la muñeca y el tobillo, estimulan estos puntos gen y normalizan las funciones de los órganos internos relacionados con los doce meridianos.

Grupo 2 - Asanas para regular el Sushumma

El objetivo fundamental de estos asanas es fortalecer y ajustar el Nadi Sushuma,es decir el canal central psiquico que corre a lo largo de la espina dorsal. El desplazamiento de las vértebras dorsales es perjudicial para el flujo del prana, provoca alteraciones en los nervios y órganos internos, al igual que en los nadis y los chackras que ellos controlan.Las asanas de este segundo grupo estan concebidas para corregir los desplazamientos vertebrales, y ayudar a la purificación del Sushumma. Este es un paso imprescindible para despertar los chackras.


Grupo 3 - Asanas para la meditación

Estas posturas para la meditación conocidas por todos, aportan firmeza mental, la cual es el primer paso hacia un estado de adecuada meditación. Puede utilizarse de forma eficaz como ayuda a la meditación espiritual, o para el control del deseo sexual.

Los asanas por tanto son métodos del yoga para mejorar la circulación del prana y de la sangre, para corregir las alteraciones de la columna y para activar los nadis y el sistema nervioso, en resumen para armonizar el cuerpo físico.

Pranayama y bandhas

La filosofía yóguica sostiene que el prana o fuerza vital penetra todo el cosmos e impregna todas las cosas, estando esta fuerza vital muy vinculada con la respiración. Pranayama significa técnicas para controlar el prana.

El pranayama no son una serie de ejercicios respiratorios, los objetivos del pranayama son los siguientes:

- La absorción de prana en el cuerpo de energía sutil o astral mediante la visualización del proceso.
- El incremento de la corriente de prana mediante los nadis sutiles.
- La conversión de la energía sutil en energía vital de la dimensión física, mediante el funcionamiento de los chackras que conectan los nadis sutiles con el cuerpo físico.
- El incremento de la circulación de energía a través de los vasos sanguíneos, de los nervios y de los meridianos.

Así pues el pranayama es un grupo de métodos utilizados para absorber y hacer circular prana en los cuerpos astral y físico, y por tanto un método para fortalecer ambos.

El término bandha significa sostener o tensar. En estos ejercicios distintas partes del cuerpo se contraen o tensan de forma suave pero firme. Los bandhas ayudan a mejorar la salud física mediante el masaje de los órganos internos, estimulando y movilizando la sangre estancada.

Estos bandhas influyen sutilmente sobre los chackras, la concentración del cuerpo en cada uno de estos puntos de chackras estimulan la concentración mental sobre los mismos. Más aun, la retención respiratoria que acompaña siempre a los bandhas, hace que el prana se acumule en las zonas de concentración mental.

los bandhas ayudan a soltar los nudos de energía espiritual, que impiden el flujo de prana en el sushumma, lo que constituye una señal de que ha empezado a fluir la energía psíquica. Los bandhas deberian practicarse en aislamiento y bajo la supervisión de un maestro, más tarde se podrán hacer conjuntamente con pranayama y mudra.

Los mudras

Los mudras no son meras posturas físicas, son gestos o posiciones que generan un potente efecto písiquico sobre el ser interior del alumno, facilitando su progreso espiritual. Existen mudras hechos con la posición de las manos, con la mirada al centro de las cejas, doblando la lengua, e incluso con la posición de los labios.

Mudras de las manos

Su principal objetico es ayudar a despertar la kundalini, desarrollar la atención y el control de prana en la dimensión astral, y generar capacidades paranormales. Cuando se han logrado estas metas, el alumno es capaz de transmitir prana a voluntad a traves de los chackras sutiles y de los nadis, para curar una zona enferma de su propio cuerpo o del de otros. Este tipo de capacidad paranormal se produce de forma inevitable cuando se ha logrado cierto nivel de desarrollo.

Esta entrada no pretende ser una guía para la práctica del yoga, pretende unicamente acercar al lector técnicas orientales a través de las cuales se activan ciertas cualidades o capacidades humanas. Estas capacidades psíquicas y mentales elevan al hombre al escalón más alto de la pirámide evolutiva.

En el siguiente capítulo "El despertar de la kundalini" daremos una descripción detallada de este proceso, por parte de diferentes autores.

Mas información en: Chakras, kundalini y las energías sutiles del ser humano (Hiroshi Motoyama)

miércoles, 19 de marzo de 2014

Las energías sutiles del ser humano

El despertar de los chakras (Parte primera).

Las prácticas del yoga tantra, una rama esotérica del yoga, han sido utilizadas en la India durante miles de años. Hay un grupo de métodos en estas técnicas tántricas que sirven para lo que nos ocupa en esta entrada, el despertar de los chakras. No vamos a entrar a debatir ahora la existencia de estos centros energéticos en el ser humano, que damos por supuesto que conoce el lector, pero si daremos posteriormente algunas referencias bibliográficas de interés.

Mediante el despertar de los chakras a través de las prácticas del yoga tantra, se dice que el ser es capaz de trascender las ordinarias limitaciones humanas, y evolucionar hacia un ser libre e inmortal, plenamente consciente del mundo y de la existencia en la que no existe la muerte. Para el no iniciado esta afirmación sonará muy pretenciosa, pero lejos de ser una fantasía, este escrito intentará ser una iniciación para aquella persona que desee poner en práctica estas técnicas milenarias.

En el curso de la historia , muchos santos han logrado alcanzar la iluminación espiritual a través del yoga tántrico, o de cualquiera de sus equivalencias mundiales, por ejemplo el Buda Skyamuni en China, o las prácticas occidentales hacia la iluminación a través de la mística y la experiencia trascendental humana.

Todas las religiones tienen aspectos abiertos, aspectos que todo el mundo conoce. Estos aspectos hablan del Creador, de Buda, de lo Absoluto o de otras Divinidades, de acuerdo con su relación a este mundo, presentándolos de un modo comprensible para el hombre, diciendo que estas divinidades se ocupan de la salvacion de la humanidad y del mantenimiento de la paz mundial. Por tanto representan la fe del hombre y la devoción.

Por otra parte todas las religiones por contraste tienen su forma esotérica, una parte interna y oculta, una fase de la religión que centra su fin en las enseñanzas que elevan a los seres humanos a un estado superior, en el que ya no sean simplemente humanos, sino seres que han trascendido a si mismos.

Los cuerpos de energía.

Las enseñanzas del tantra yoga afirman que el hombre tiene tres cuerpos y tres mentes asociadas, una para cada una de las tres dimensiones principales del ser. Durante el desarrollo espiritual el hombre tiene que ascender evolucionando a través de estas tres dimensiones, incrementando gradualmente su conciencia en cada uno de los diferentes estados, y liberándose así por tanto de las limitaciones de los tres estados para conseguir finalmente la iluminación. Estos tres cuerpos son:

- El cuerpo físico y su mente, es decir la conciencia que opera asociada al cuerpo físico.

- El cuerpo astral o sutil y su mente, es decir la conciencia que experimentamos de forma primaria como emociones y sentimientos.

- El cuerpo causal y su mente, es decir la conciencia que se expresa principalmente como inteligencia y sabiduría.

El cuerpo físico es el que existe y trabaja en el mundo tangible, mientras que el astral y causal no pueden conocerse mediante los sentidos físicos, esta parte física está sostenida y mantenida con vida gracias a los aspectos ocultos de estos cuerpos, los centros energéticos y los canales.

Los chakras y los nadis

Los tres conjuntos cuerpo/mente existen y operan en dimensiones distintas, utilizando cada una de ellas diferente energía vital o prana. Estos cuerpos forman parte de un todo y no son entidades separadas. Cada cuerpo/mente tiene sus propios centros energéticos para controlar su energía vital, además de sus canales. Estos canales reciben el nombre de Nadis y los centros energéticos el nombre de Chakras. Los siete chakras funcionan como un centro de intercambio de energía entre las distintas dimensiones, física, astral y causal. A través de los chakras la energía vital sutil del cuerpo astral se transforma en energía para la dimensión física proporcionando al cuerpo físico la energía vital. Los chakras por tanto son intermediarios para la transformación y conversión de la energía entre dos dimensiones cercanas del ser, y también como un centro que facilita la conversión de la energía entre un cuerpo y su correspondiente mente.

Los chakras

Como mencionamos anteriormente existen siete chakras. En los primeros estados del despertar los chakras se perciben generalmente como ruedas de luz.

- Muladhara. Situado en la zona del coxis, controla el sistema genitourinario y se percibe como un disco de luz rojo.

- Svadhishthara. Situado entre 3 y 5 cm. por debajo del ombligo, controla también el sistema genitourinario y se percibe como un disco de luz bermellón.

- Manipura. Situado en torno al ombligo, se percibe como un disco de luz azul o verde, en este chakra se encuentra el punto CV8 de acupuntura. Tanto en yoga como en acupuntura, se considera que por aquí fluye hacia dentro y fuera la energía divina. Por esta zona esférica alrededor del ombligo que engloba al chakra Manipura, penetra procedente de dimensiones más elevadas el prana o energía vital necesaria para el cuerpo físico. Aquí esta energía se convierte en energía fisiológica que se distribuye a través de los Nadis o canales por todo el cuerpo.

- Anahata. Situado entre los pezones, controla el corazón, se percibe como un disco de luz intensa roja o dorada. Coincide con el punto de acupuntura CV17 situado en el meridiano del centro de la concepción.

- Vishudda. Situado en el cuello, controla los órganos de la respiración, se percibe como un disco de luz violeta.

- Ajna. Situado entre las cejas, controla las funciones secretoras de la glándula pituitaria y la actividad intelectual, llamado comunmente "tercer ojo", se percibe como un disco de luz blanca de gran intensidad.

- Sahasrara. Situado en la parte superior de la cabeza controla todos los aspectos del cuerpo y de la mente, se percibe como un gran disco de luz dorada o rosada.

Los canales del cuerpo físico

No se sabe con exactitud cuantos canales o Nadis existen en el cuerpo, pero si sabemos que alrededor de 14 son los Nadis más importantes. De ellos podemos destacar tres: el Sushumna, el Ida y el Pingala. Algunas teorías afirman que estos se encuentran representados en el cuerpo físico por el sistema nervioso. Por hacer una analogía el Sushumna correspondería a la médula espinal, y el Ida y Pingala a los troncos del nervio simpático en ambos lados de la médula espinal, pero esta teoría no es exacta.


El canal Sushumna mas bien podría corresponderse con el meridiano del centro gobernador de acupuntura. Los canales Ida y Pingala parten desde el perineo a ambos lados del chackra Muladhara y terminan en cada uno de los orificios nasales, como las líneas secundarias del meridianos de la vejiga, considerando que los Nadis del cuerpo físico y los meridianos de acupuntura son muy similares. La percepción extrasensorial en la meditación ha sido definitiva a la hora de percibir los flujos de energía interna, siendo plasmados en los antiguos tratados de medicina interna China y en los distintos Sutras del yoga.

El tantra yoga< Al empezar a activar y despertar los chakras de forma correcta, la persona puede evolucionar y disfrutar de estados más elevados del ser. El tantra yoga ofrece métodos para despertar estos chakras de forma ordenada y sin correr peligro alguno. El propósito del tantra yoga ha sido descrito de muchas maneras "Descubrimiento de la verdad", "Realización del Yo", "Unificación de Dios con el hombre" etc, pero la definición más correcta es que "El yoga es un medio para lograr la unión, con el verdadero Yo interior" para la realización de este objetivo se necesitará la completa negación del yo individual que constituye un obstáculo entre el buscador y su meta de libertad completa. En nuestra percepción de la realidad sujeto y objeto son entidades separadas, la unión de ambos constituye la máxima meta de la práctica del yoga, cuando el sujeto, que confronta y se encuentra en oposición al objeto es negado y trascendido la naturaleza esencial del objeto puede percibirse de una forma directa por la superconsciencia, más que por los órganos sensoriales. A esta forma de conocer puede llamársele sabiduría.

La activación de los chakras es indispensable para alcanzar esa meta, ampliando las funciones tanto de la mente como del cuerpo, y resulta la forma más eficaz de desarrollar los "poderes milagrosos" o facultades que radican en el aspirante, cuando vivencia el divino plano de la existencia. El despertar de los chackras nos transportará el mundo de lo divino, al mundo del verdadero Yo.

Las disciplinas del yoga

Los Yoga Sutras escritos en el siglo VI a V a.C. hablan de ocho disciplinas:

- Evitar mala conducta (Yama)
- Practicar conducta virtuosa (Niyama)
- Posturas físicas (Asana)
- Regulación de la respiración (Pranayama)
- Abstención de las sensaciones (Pratydrara)
- Concentración (Dhanana)
- Meditación (Dhyana)
- Unión del sujeto y objeto (Samadha)

Estas disciplinas se clasifican en cinco grupos:

- Preparación moral o armonización de la mente (Yama, Niyama)
- Preparación física o regulación de la energía vital , circulación sanguínea y funciones musculares y nerviosas (Asara, Pranayama)
- Preparación mental o ruptura de la envoltura del yo mediante la introversión y el control del plano consciente (Patyahaa, Dhanana)
- Preparación espiritual o unión con lo superconscinte y contacto con los seres espirituales (Dhijana)
- Fusión con lo divino o nivel más elevado del desarrollo espiritual.

En la actualidad estas disciplinas se practican de forma conjunta en poderosas configuraciones conocidas como mudras. Los mudras son cierta clase de gestos que generan un gran poder psiquico y profundas emociones espirituales, algunos se utilizan para controlar procesos fisicológicos involuntarios. Desarrollan la atención de la corriente de energía vital (Prana) en el cuerpo astral y permiten un mayor control sobre consciente sobre uno mismo. Una vez conseguido esto el Prana puede enviarse a cualquier parte del cuerpo e incluso transmitirse a otras personas realizando así la curación psiquica. Los mudras son técnicas necesarias para el despertar de los chackras y mejoran la salud mental y física.

Preparación moral

La mente humana se compone de elementos conscientes e inconscientes. Los deseos impulsivos de tipo inconsciente, como el apetito, el deseo sexual y el apego emocional actúan constantemente afectando a la parte consciente. Solamente el equlibrio adecuado entre ambos planos permitirán avanzar en la concentración y en la práctica meditativa.

Los Yoga Sutras establecen que el Yama tiene cinco aspectos.

- No violencia. Este comportamiento surge cuando no pueden controlarse emociones como el odio o la codicia. La autoacusación o el sentimiento de culpa después de estos estados altera el equilibrio de la mente e impide el progreso espiritual.
- Veracidad. La sinceridad ayuda a generar una mente estable y tranquila.
- No robar. El robo posee efectos dañinos sobre la mente y el cuerpo.
- Continencia. Después de la necesidad de comer se encuentra el deseo sexual, la abstención en periodos de práctica espiritual desarrolla capacidades de autocontrol de instintos.
- No codiciar. El control del deseo de adquirir cosas es uno de los instintos más fuertes del ser humano.

Según los Yoga Sutras establecen que el Niyama también tiene cinco aspectos.

- Purificaciónes. La purificación mental se consigue con distintos métodos, la práctica de la empatía, los ejercicios de regulación de la respiración, (Pranayama) o la concentración sobre los chackras Anahata y Ajna.
- Satisfacción. Estar contento con necesidades básicas de la vida y ausencia de interés por cosas superfluas.
- Mortificación. El deseo de comer, uno de los instintos más fuertes del hombre, puede verse superado por el ayuno. El ascetismo fortalece la mente. El ayuno y el ascetismo del agua facilita la aparición de la superconsciencia al relentizar el metabolismo y aquietar la conciencia relacionada con las funciones corporales.
- El recitado de los sonidos sagrados. Los mantras y otros sonidos sagrados constituye una práctica extremadamente poderosa. La conscienca del practicante se va haciendo más clara hasta convertirse en el sonido, purificando la mente y serenándola.
- Culto a seres divinos. La veneración a los guías espirituales mediante su visualización y veneración hace la mente más limpia y clara, restableciéndose los poderes psiquicos y la superconsciencia y se hacen posibles los encuentros con seres divinos.

Por tanto el objetivo del "Yama" y del "Niyama" es preparar la mente para la iluminación espiritual. Yama estabiliza la mente en el nivel de comportamiento social y Niyama minimizando la actividad mundana y dirigida al exterior. En realidad la abstención de mala conducta es fundamental para todo aquel que quiera adentrarse en la práctica espiritual, que desarrollaremos a continuación.

Continúa en "Energías sutiles del ser humano II" - La iluminación espiritual.