La idea de ser más, y la autoafirmación, es la meta del Ego. El Ser desea trascender la autoafirmación. El Ego desea ganar y dominar al Ser.
El mundo se manifiesta como un espejo en la familia, como una síntesis inicial del conflicto Padre-Madre. Los conflictos y dominación entre estos, darán origen al ímpetu inicial del niño, esta síntesis definirá los límites kármicos del proceso. Una vez que aparece este orden, se afirmará sobre la identidad, apareciendo los primeros sentimientos de culpa a través de la voz del Ser.
El Ego necesita la autoafirmación permanente por que el Ser siempre esta ahí. Debe afirmar que el mundo es de los cinco sentidos y que desde allí puede y debe decidir cuales son las necesidades esenciales, las cuales puede alcanzar por si mismo. Esta postura egocéntrica rompe el principio de unidad a nivel de la experiencia consciente, pero nunca en lo más profundo.
El Ser esta en unidad con el Todo, esta unidad que sustenta al Ser y que es el propio Ser, es y será para siempre. A pesar de ello la autoafirmación egoica niega esta realidad. La autoafirmación del Ego es el refuerzo permanente por convencerse de que se es, lo que no se es en realidad.
El espacio que dura la gestación es un momento sagrado. En los nueve meses de esta el Ego no entra en contacto con el Ser, por lo tanto no participa en los conflictos que se van reproduciendo en la formación final. En ese momento sagrado todos los conflictos vividos en encarnaciones anteriores son trascendidos. Esta trascendencia de los conflictos karmicos, son una representación de la esencialidad de la vida.
La encarnación con la que ingresamos en el mundo tridimensional por la unidad óvulo-espermatozoide, da origen a la individualidad, que va reviviendo sus propios conflictos existenciales o kármicos, a expensas de la problemática vivida en el núcleo familiar.
El Ego que se vincula al niño después del nacimiento va cubriendo lentamente al Ser en el olvido, dejando solo los vestigios de las historias vividas en otras encarnaciones, pero desprovista de las soluciones reveladas. Los conflictos en su totalidad representan el karma de la persona, el desafío de regresar al Ser. En cada reencarnación se presentan los mismos conflictos existenciales básicos, pues en ellos se sintetiza la ciencia del Amor.
1º- Resistencia al cambio. Cambio al nacer.
2º- Lloro y me atienden. Desarrollamos cólera.
3º- Es importante luchar por derechos. Lloro continuo.
4º- Importante complacer. Mamá enfadada.
5º- Daño en el castigo. Importante lo que dice la autoridad. Miedo.
6º- Más castigos. Desarrollo la hipocresía para que me quieran.
7º- Preferidos en la familia, hermanos. Deseo que los demás cambien. Cuentas pendientes.
8º- Configuración del Ego. Yo soy importante que no se le olvide a nadie.
lunes, 24 de julio de 2017
lunes, 17 de julio de 2017
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