El niño de las estrellas
En 1930 una adolescente estadounidense, encontró dos esqueletos enterrados en un túnel de una mina, en el estado mexicano de Chihuahua. Esa noche la joven dejó los esqueletos fuera de la tienda de campaña y misteriosamente una tormenta los arrastró, apareciendo a la mañana siguiente únicamente algunos huesos. La joven regresó a su domicilio habitual en El Paso, Estados Unidos, donde los guardó durante toda su vida. A su muerte, estos restos fueron entregados al matrimonio estadounidense, Ray y Melanie Young, que decidieron ponerlos en manos de los investigadores Lloyd Pye y Mark Bean. Después de distintos estudios de los cráneos en el Trace Genetis CA USA y en el Instituto Royal Hollaway de Londres, llegaron a determinar que existía una alta probabilidad de que el cráneo del niño pudiera ser un híbrido de madre humana y padre de raza no conocida, afirmando que la existencia de seres extraterrestres en nuestro planeta, podría quedar demostrada gracias a este descubrimiento.
Los indígenas que habitan en la zona del descubrimiento, en Barrancas de Cobre, Chihuahua, tienen una leyenda sobre los niños de las estrellas. Estos relatos narran, que siglos atrás unos seres procedentes del cielo, se hibridaron con las mujeres humanas que vivían en aldeas aisladas de la región. Estas mujeres indígenas, después de dar a luz a estos niños de las estrellas, los criaban durante cierto tiempo hasta que sus padres regresaban del cielo para llevárselos. Estos relatos de la cultura popular han colaborado a reforzar las teorías extraterrestres.
Investigaciones posteriores, han revelado que el cráneo del niño de las estrellas que fue encontrado en 1930 en una mina cerca de Cooper Canyon en México, al suroeste de Chihuahua, perteneció a un niño de unos 5 años de edad que vivió hace 900 años. El cráneo, junto con los huesos de un adulto que fueron encontrados a su lado, pasaron a propiedad de Ray y Melania Young en los años 90, que solicitaron la ayuda de Lloyd Pye para fundar el proyecto Starchild, convencidos de que la extraña forma del cráneo no podía deberse a una malformación.
Lamentablemente fue imposible extraer el ADN del núcleo celular del cráneo del niño, por lo que no se pudo obtener el genotipo del padre, lo que Lloyd considera una evidencia de que su padre era alienígena. Lo cierto es que es mucho más sencillo obtener el ADN mitocondrial que el ADN del núcleo celular de un hueso antiguo, por lo que el no haber podido obtenerlo no debería de considerarse como algo misterioso. En lo que Lloyd no hace hincapié para nada, es en que en el análisis de 1999 se identificaron tanto el cromosoma X como el Y, identificando el género del niño de las estrellas como masculino. El cromosoma Y solo puede ser heredado del padre, por lo que el padre pudiera ser tan humano como la madre.
Aunque Lloyd Pye cita a doctores que afirman que la malformación no puede deberse a una patología, él ignora restos óseos similares que son la evidencia de una hidrocefalia, una enfermedad en la que el cráneo se llena de líquido, y que en edades tempranas en las que la estructura ósea del cráneo no está constituida, deforma la cabeza confiriéndole una dimensión desproporcionada. Otra posibilidad sería que el niño padeciese progeria, una enfermedad en la que se sufre de un envejecimiento prematuro. Ambas enfermedades podrían haberle causado la muerte a esa temprana edad.
Fuentes: Wikipedia,
La mentira esta ahi fuera
http://www.lamentiraestaahifuera.com/2010/03/24/los-extranos-craneos/
El cráneo de Sealand
El cráneo fue descubierto en Julio del 2007 en Olstykke en la isla danesa de Sealand, sin embargo, nunca apareció en los titulares y se mantuvo en gran medida ignorado por la ciencia hasta el año 2010. Los investigadores que en 2008 examinaron el cráneo en el Veterinarian High School de Copenhagen se limitaron a declarar que "aunque se asemeja en algunas características a los mamíferos hacen imposible adaptarse al animal en la taxonomía de Linneo" atendiendo a una clasificación de los seres vivos en diferentes niveles jerárquicos.
Durante la excavación para la sustitución de las viejas tuberías del alcantarillado, en un principio los operarios creyeron que eran hueso de caballo, debido a que la casa pertenecía anteriormente a una carnicería de caballos, y el jardín está lleno de restos. Las excavaciones realizadas posteriormente en el sitio no han permitido descubrir alguna conexión con la criatura, apareciendo sólo huesos de animales identificables, hachas de piedra y otras herramientas neolíticas que son comunes a la zona.
El hecho de que el cráneo fue encontrado entre los restos neolíticos no obstante, no revela su edad. El carbono 14 realizado en el Instituto Niels Bohr en Copenhague ha puesto de manifiesto que la criatura vivió entre el año 1200 y 1280 AD.
Por otra parte, el cráneo se encontró por encima de los tubos de alcantarillado, lo que sugiere que supuestamente no fue enterrado hasta después de 1900. También la ausencia de las otras partes del esqueleto de la criatura, junto con el estado de conservación de la calavera, ha llevado a los científicos a sospechar que no ha sido enterrado hace mucho tiempo, probablemente sólo un par de décadas.
El Cráneo Sealand es cerca de una y media veces más grande que un cráneo de Homo sapiens masculino. Su superficie lisa revela que la criatura estaba adaptado al clima frío, y su tamaño relativo del hueco ocular, que podría tratarse de una criatura nocturna.
Fuente: Distintos blogs de la red.
Los cráneos alargados de Sonora
En el estado mexicano de Sonora, descubrieron un misterioso cementerio, lleno de cráneos alargados nunca antes vistos en la zona. Los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), explicaron que el cementerio tiene más de mil años e informaron que encontraron 25 individuos, 13 de los cuales presentan deformación intencional del cráneo. Algunos, incluso, tienen mutilación dentaria.
Además, los arqueólogos destacaron que los entierros evidencian que fueron realizados según costumbres que no se habían registrado en los antiguos grupos culturales de Sonora.
La arqueóloga Cristina García Moreno afirmó, que el área del hallazgo reune características únicas porque mezcla expresiones de los grupos del norte de México, como el uso de ornamentos elaborados con conchas y caracoles del Mar de Cortés del Golfo de California, con tradiciones de Occidente nunca antes encontradas en este territorio mexicano.
Fuente: Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El cráneo de Omsk
En enero de 2009 se encontraron unos cráneos cerca de la ciudad siberiana de Omsk, que mostraban una extraña forma alargada. Uno de estos cráneos se conserva en el museo de esta ciudad aunque no está expuesto al público, por temor a que cause alarma. Las cabezas alargadas son muy similares a los cráneos de Akenatón y Nefertiti, de la realeza egipcia, y a ciertos cráneos mayas y aztecas.
Cráneo de Omsk |
Estos cráneos de Omsk, parecen ser humanos al igual que muchos otros cráneos similares, que han aparecido en otras zonas del planeta. Esta dispersión de grupos con un mismo ritual, ha originado que surjan teorías en las que se plantea que ciertas tribus, podrían haber deformado sus cabezas para tratar de parecerse a los dioses o seres superiores extraterrestres con los que habrían convivido, y que posteriormente se marcharon.
Los cráneos de Nazca
Otro caso famoso de cráneos alargados lo tenemos en Nazca, Perú, donde se conservan muchos ejemplares. Se desconoce por qué realizaban este ritual, si por estética o por motivos religiosos. El procedimiento para la deformación era colocando unas almohadillas con armazón de madera, que ponían en la frente y en la parte posterior de la cabeza del recién nacido, hasta el momento en que la deformación era irreversible.
Cráneo de Ica |
Otras deformidades
El estiramiento del cráneo para alargar la cabeza fue una práctica generalizada en el mundo antiguo. En 1870 el botánico y explorador alemán Georg Schweinfurth documentó detalladamente el proceso de deformación craneana. En una exploración al Congo tuvo contacto con la tribu Mangbetu quienes realizaban un ritual atándose el cráneo, lo que les permitía alterar la forma de la cabeza. Comprimían los cráneos de los niños forzándolos a alargarse hacia arriba, y estos muchas veces duplicaban su tamaño.
Tribu Mangbetu |
Continúa en: "Extraterrestres, literatura, y arte"
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