Estados de consciencia:
Partiendo de un punto de actividad vital, la especie humana adulta alcanza una frecuencia cerebral entre 14 Hz y 35 Hz en estado de vigilia. Este estado implica la acción física y mental, percibiendo el ser su realidad más externa.
Cuando la frecuencia cerebral del ser humano se atenúa entre 7 Hz y 14 Hz, aparece una gran paz y tranquilidad interior. Es el estado en que se proyecta y fluye la sanación.
Con un nuevo descenso de la frecuencia cerebral entre 4 Hz y 7 Hz, el ser se encuentra en el umbral del sueño, apareciendo un estado de alta creatividad y emotividad que considera al cuerpo y mente como un todo indisoluble, manteniéndose la consciencia del individuo.
El estado de menor frecuencia cerebral se sitúa entre 0,5 Hz y 3 Hz, apareciendo cuando dormimos sin sueños, en el descanso con amnesia, o en la hipnosis profunda. En este estado carecemos de consciencia.
Proceso de la información:
Los estudios científicos más recientes asumen que tenemos dos formas de procesar la información a través de los dos hemisferios cerebrales.
La actividad del hemisferio central derecho (HCD), rige la parte izquierda del cuerpo, percibe de forma subjetiva, y es la parte intuitiva donde aparece la emoción y el sentimiento. Entiende al ser de una forma multidimensional, es el espacio donde reside la ética y la síntesis, siendo su orden cualitativo y espacial.
La actividad del hemisferio central izquierdo (HCI), rige la parte derecha del cuerpo, percibe de forma objetiva, es casual, razona, contrasta y enjuicia. Entiende al ser de una forma unidimensional, define y analiza, siendo su orden cuantitativo y temporal.
El hemisferio (HCI) con las cualidades que hemos referido, crea el tiempo, que implica la dualidad, (dentro - afuera), (yo - otros), (causa - efecto) etc. Esta dualidad excluyente es el principio de cualquier enfermedad. La somatizacion en sí, es un proceso que intenta expulsar la enfermedad del cuerpo.
Cuando razonamos no accedemos al hecho concreto que sucede, más bien interpretamos mentalmente la situación. La razón es un juicio pero no un sentimiento. La razón evalúa libremente las partes que ha separado del todo, recomponiéndolas para darles una nueva valoración. El (HCI) en estado de vigilia no nos muestra la realidad, más bien una forma de percibir esta. Esta acción nos puede resultar muy útil, pero que en ningún caso podemos considerar la única forma válida de percepción.
En caso de emergencia , cada uno de los hemisferios puede asumir parte de las funciones del otro, pero no ejecutarlas con la misma precisión que el hemisferio cerebral principal.
Estados alterados de consciencia:
Los estados alterados de consciencia nos abren la percepción del plano espiritual. Esto se logra a través del hemisferio derecho (HCD) donde se encuentran los niveles más perceptivos de la mente subconsciente. Aquí residen las percepciones más sutiles de las cuales no somos generalmente conscientes.
Medición radiestésica de un sanador trabajando |
Entrando en frecuencia alfa mediante relajación, podemos relacionar el Yo superior con la fuente espiritual. La fusión en el plexo solar de la energía sagrada con la energía telúrica, da lugar a la conexión metafísica. En este estado natural del ser humano fluye la sanación.
La conexión metafísica es importante e indispensable entre los mundos de la materia y del espíritu. La Magia es la ciencia y el arte de usar estados alterados de consciencia para causar cambios que ocurran en conformidad con la voluntad. Voluntad que debe respetar en todo caso el libre albedrío.
Configuración arquetípica del sello de Salomón |
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