martes, 3 de marzo de 2015

"El árbol de la vida"

Por 32 senderos maravillosos de sabiduría se desenvuelve el espíritu.

Todos y cada uno de nosotros hollamos uno de estos senderos, recorriendo "El árbol de la vida". Desde MALKUT a KETER, desde bajos niveles de conciencia a altos niveles de conciencia. Desde la ignorancia espiritual a la iluminación de la conciencia del amor puro.

Esto es así, ha sido, y será. Difícil de entender para quien la luz de TIPHARET aun es débil.

La enmarcación sagrada de TIPHARET, ilumina al ser durante toda la existencia. Es la belleza del universo. La llama de la espiritualidad. El sendero de ascenso hacia su verdadero yo.

Las enmarcaciones sagradas de MALKUT, el reino físico, YESOD, el fundamento emocional, y HOD y NETSA, el esplendor y la victoria intelectual, están iluminadas por la luz de la belleza de TIPHARET.


Cuando la puerta intelectual de  HOD se entreabre a la belleza de TIPHARET, la luz sagrada ilumina la mente del ser, otorgándole la posibilidad de ordenar el conocimiento adquirido, acorde a la nueva vibración de la belleza, pues en la oscuridad nada se reconoce.

NETSA entonces, el mental abstracto, hermano de HOD, el mental concreto, culminará el intelecto espiritual necesario para completar el primer plano en "El árbol de la vida".

Todo se experimenta en MALKUT, el reino físico, el cuerpo humano.

La iluminación de MALKUT o cuerpo físico, de YESOD o plano emocional, y de HOD y NETSA, plano intelectual concreto y abstracto, por parte de TIPHARET, conducen al ser a una vibración mas elevada, a su realidad mas excelsa, en definitiva, al inicio del encuentro con su verdadero yo.

HOD significa ventana y puerta, esta enmarcación del mental concreto es el recipiente del conocimiento adquirido.

La apertura de la ventana y la puerta de HOD, permite la entrada de la luz de la belleza de TIPHARET. Este estado lo conocemos como "La iluminación".

La belleza de la luz de TIPHARET enciende el celo que cuida la llama de la espiritualidad en MALKUT, manteniéndola viva para siempre, en el ahora eterno.

La definitiva iluminación de los planos físico, mental, e intelectual por la belleza de la luz de TIPHARET, invita a abandonar el plano físico de MALKUT. Esta acción es conocida como "La muerte iniciática"

"La muerte iniciática" desvela la clave de la vida. Administrar esta en el servicio a los demás. Este abandono de MALKUT despierta la energía del corazón, apareciendo el niño interior. Corrige los errores del conocimiento adquirido. Despierta los estados meditativos. Modifica los sueños, y produce cambios biológicos.

Una vez abandonado MALKUT es inevitable ascender a un plano superior. Los aspectos del plano divino muestran ahora la severidad de GUEBURA, y la misericordia de HESED, iluminados por la luz equilibradora de KETER.


La severidad de GUEBURA nos adentra en el entendimiento de las leyes de la naturaleza. Nada es para siempre. Todo está en movimiento. Aquel que se aferre a algo por muy bello que parezca, sufrirá la debastadora fuerza del paso de la existencia.

La misericordia de HESED abre el verdadero camino de la humildad, el propósito de elevación de la conciencia. Descubre el principio benefactor, reconociendo la indesviable justicia en todas las circunstancias que nos depara la existencia.

En esta esfera divina es donde se muestra la inmortalidad del alma. Desaparece el miedo. Es aquí donde se encuentra el velo del templo de Salomón, un velo sutil que esconde las tres grandes tentaciones del ser.

La tentación de los bienes materiales, el dinero, y las posesiones. La debilidad por el poder, y el ansia de figurar. La utilización desequilibrada del placer sexual, y de la energía del sexo, es decir, del poder creador de la humanidad.

Libres de tentación, ante el alma se acaba el sendero y aparece el abismo. Saltando a él, accederemos a las enmarcaciones sagradas de BINAH y JOSMA.


En el abismo DAAT, reside el entendimiento absoluto de BINAH, y la sabiduría absoluta de JOSMA. Aquí aparecen los poderes sobrenaturales del ser. BINAH y JOSMA, madre y padre cósmicos. La dualidad equilibrada por la luz de la corona de KETER.

Veintidós senderos y diez enmarcaciones sagradas, conforman "El árbol de la vida"


domingo, 1 de febrero de 2015

Sefer Yetzirah. El libro de la formación.

El libro que se llama  Sefer Yetzirah, que fue compuesto por nuestro padre Abraham, el cual es muy profundo y requiere mucha explicación, enseña la Deidad y la Unidad, por que son varias multiplicadas  por una parte, pero por otra parte son unidas y concordantes, y su unión procede del uno que las ordena. Sephar, Sipur y Sepher.

Todo es por número, que es lo que quiere decir Sephar, así como ves que no sale hecha la casa de la mano del arquitecto, sin que primero haya concebido en su mente la forma de ella. Sipur quiere decir ; y la consideración de Dios el habla y la voz, pero es habla Divina, voz de las palabras de Dios vivo, con la cual es la existencia de la cosa en su forma exterior e interior. "Y Dios dijo, sea luz, y fue luz" (Gen 1:3). Y no salió la palabra , si no que existiese la obra; y Sepher quiere decir la escritura; y la escritura de Dios son sus creaciones; y las palabras de Dios y su escritura; y la consideración de Dios, que su palabra; con que el Sephar, y el Sipur, y el Sepher, en Dios son una cosa y en el hombre son tres; por que considera con su entendimiento, habla con su boca, y escribe con su mano aquellas palabras, para mostrar con estas tres cosas, una sola del creador; y la consideración del hombre, y su habla, y su escritura, son señales que denominan la sustancia de la cosa, y no son la misma cosa; pero la consideración de Dios, y su palabra es la misma cosa, y su escritura es como si concibieras en tu mente un tejedor de telas de seda de diversos colores, que solo imaginando en su obra se hiciera la seda  a su voluntad, y se tiñese de los colores que concibiese en su mente, y compusiese las composiciones que quisiese, entonces se haría la tela solo por su consideración y su escritura; y si pronunciando la palabra "hombre", o pintando el cuerpo de un hombre, pudiésemos hacer existir su forma; entonces tendríamos el poder del habla Divina, y la escritura Divina, y seriamos creadores, así como tenemos alguna facultad semejante, y en la impresión intelectual.



Podemos observar que la primera causa sin causa se manifiesta mediante el número, porque no existe otro medio concebible. La evolución del punto que tiene una posición en una línea recta, como realidad unidimensional, pasa a la realidad bidimensional del triángulo, momento en el cual la energía creativa emerge, para llegar al mundo tridimensional de los sólidos platónicos.

Si podemos considerar la Geometría sagrada como base de la creación a través del número, podemos considerarla igualmente como base de la Cábala, pues antes de todo, cualquier manifestación de la materia, es matemáticas y geometría.

Los números son los pensamientos de Dios. (Santo Tomás de Aquino)

Digamos que esta Geometría Sagrada puede ser definida como las fuerzas formativas etéricas
. El elemento básico es el éter, materia universal que sustenta todo, convirtiendo a la Cábala mas allá de una ciencia humana en una ciencia divina, a través de la manifestación del número como la base de la creación.

Dios creo el mundo  con tres Sepharim: con Sephar y Sipur, y Sepher, que de todos ellos son uno en Dios bendito; y el segundo es principio de los treinta y dos maravillosos y ocultos caminos de la Sabiduría, que son diez Sephirot, y veintidós  letras, y denotan la salida de los entes al acto, que se conocen y distinguen por la cantidad y calidad: y la cantidad es el número, y el secreto del número no es sino en diez, como dice:


Diez Sephirot, diez y no nueve, diez y no once; y quien en un misterio, porque paró la cuenta en diez, no menos ni más; y sigue luego diciendo: entiende en la sapiencia, y se sapiente en la inteligencia, e inquiere en ellas, y especula en ellas, y sabe, y piensa, y figura en la imaginación, y constituye la cosa sobre su fundamento, y haz volver al creador sobre su asiento. 
Fuente: Cuzary. Diálogo filosófico por Yehuda ha-Levi. Madrid 1910

lunes, 12 de enero de 2015

Cábala. Sefer Yetzirah

Parte primera.

El "Libro de la formación" o "Sefer Yetzirah", es posiblemente el texto cabalístico más traducido a lenguas occidentales, además de ser uno de los tratados cabalísticos más antiguos que se conocen.

Existen diversas traducciones del "Sefer Yetzirah" o "Libro de la formación" al castellano y catalán. Una de las publicaciones más recientes es la realizada por el profesor Manuel Forcano "Llibre de la creació" del año 2012, en la que se considera este texto un manual para ser como Dios, además de un formulario mágico. Podemos encontrar traducciones más antiguas del hebreo al castellano, como la realizada por Miriam Eisenfeld en 1992, o la de Joan Mateu Rotger entre 1983 y 2008.

Este texto de cábala pura, se aleja de ser un tratado filosófico. Georges Lahy, uno de sus mejores traductores, afirma que es un texto fácil de leer en varios minutos, pero que sin embargo su comprensión exige toda una vida. Hay autores contemporáneos que consideran el "Sefer Yetzirath" como un manual del alta magia, quizás influenciados por la historia del Maharal de Praga y el Golem.

El "Libro de la creación" o formación, es un libro que no puede ser leído como un texto literario o filosófico, es una verdadera obra de arte, que solo puede ser estudiado a través de un proceso meditativo. Este es un libro que no contiene filosofía, mas bien misterios divinos.

El secretismo que siempre ha rodeado a este libro, acompañándole durante la historia, hace que no exista una edición impresa en hebreo hasta el año 1562, lo que convierte la edición latina de Guillaume Postel, editada en París, en 1552, como la más antigua.

Como sucede con el "Zohar" o "Libro del esplendor", supuestamente redactado por Moisés de León, genera discrepancias sobre su fecha de aparición y su autoría, pues la tradición hebrea lo atribuye a los patriarcas postdiluvianos, aun no estando recogido en el Talmud. Véase. "Cábala y libros sagrados".

Los 32 misterios del corazón.
El Sefer Yetzirah comienza hablando de los 32 senderos maravillosos de sabiduria, el número 32 parece convertirse en el número vertebral de este texto. El principio de la Torah y su final son la letra Beth y la letra Lamed. La guematría  más frecuente en los textos cabalistas alude a uno de los misterios más bellos de la Torah, que al comenzar por Beth y finalizar por Lamed, asocia este proceso al corazón, en hebreo, Lev.




Este número son los 32 senderos que recorre un alma en su viaje ascendente por el Árbol de la Vida, desde Malkuth a Kether, desde la tierra hacia el cielo, desde bajos niveles de conciencia a altos niveles de conciencia, desde la ignorancia espiritual a la iluminación de la conciencia del amor puro. Véase "Cábala y sanación"

Árbol de la vida
El Zohar o "Libro del esplendor" alude también al número 32, como el número de veces que aparece el nombre "Elohim", "Dios", en el relato de la creación. El Universo en términos cabalistas, como procedimiento de la manifestación del creador, se representa en el "Árbol de la Vida". En la Torah todos los personajes y figuras que aparecen se relacionan a este proceso de Dios.

Los principios esotéricos talmudistas aparecen una y otra vez en la Cábala. El Talmud hace mención a la doctrina Bereshit que es la primera palabra de la Biblia, refiriéndose por tanto al misterio de la creación, también hace mención a la doctrina Mercavah, con relación al carro divino de Ezequiel, de modo que se reconozca la Cábala de la Cosmogonia y la de la Teogonia.

Los estudios cabalistas nos muestran también una curiosa guematría, a partir de los nombres de Dios: EHIEH, IH, IHWH y EHIHWH, que suman por separado 32. El Sefer Yetzirah describe la creación en un lenguaje diferente al del Génesis, un misterio de la creación íntimamente unido al  presunto autor del Sefer Yetzirah, el profeta Abraham, que nos habla de las verdades reveladas y las verdades ocultas del "Libro de la creación". El Zohar menciona al profeta como "Reshit" el comienzo de todo, y que gracias a su atributo "Hessed" se edifica el mundo.

En términos cabalísticos las Sefirot, son las diez enmarcaciones a través de las cuales Dios creo el mundo. Este diagrama del árbol de la vida tiene la finalidad de abrir el acceso a las capacidades escondidas del alma. Es un sistema de teosofía práctica, que conecta las diez Sefirot o enmarcaciones sagradas, concepciones puramente objetivas, a través de veintidós senderos de conciencia subjetiva, recorriendo por tanto, las treinta y dos sendas por las que el alma pasa en su realización del Cosmos. Véase " Las diez Sephirots" un interesante estudio del ocultista francés de principios del siglo XIX, Eliphas Levi.

Para finalizar esta introducción antes de comenzar con el estudio puramente cabalista, cabe destacar que el comienzo de la Torah por la letra Beth y su finalización por la letra Lamed, forman la palabra Lev "Corazón", porque la Torah solo puede ser comprendida con el corazón. De igual modo ocurre con el Sefer Yetzirah, que comienza con los 32 misteriosos caminos de la sabiduría espiritual. Además, si multiplicamos los valores numéricos de ambas letras (2 x 30 = 60) obtendremos la guematría de Kli "recipiente", mostrando que el corazón es el único recipiente que puede asomarse al misterio de la creación.