El "Libro de la formación" o "Sefer Yetzirah", es posiblemente el texto cabalístico más traducido a lenguas occidentales, además de ser uno de los tratados cabalísticos más antiguos que se conocen.
Existen diversas traducciones del "Sefer Yetzirah" o "Libro de la formación" al castellano y catalán. Una de las publicaciones más recientes es la realizada por el profesor Manuel Forcano "Llibre de la creació" del año 2012, en la que se considera este texto un manual para ser como Dios, además de un formulario mágico. Podemos encontrar traducciones más antiguas del hebreo al castellano, como la realizada por Miriam Eisenfeld en 1992, o la de Joan Mateu Rotger entre 1983 y 2008.
Este texto de cábala pura, se aleja de ser un tratado filosófico. Georges Lahy, uno de sus mejores traductores, afirma que es un texto fácil de leer en varios minutos, pero que sin embargo su comprensión exige toda una vida. Hay autores contemporáneos que consideran el "Sefer Yetzirath" como un manual del alta magia, quizás influenciados por la historia del Maharal de Praga y el Golem.
El "Libro de la creación" o formación, es un libro que no puede ser leído como un texto literario o filosófico, es una verdadera obra de arte, que solo puede ser estudiado a través de un proceso meditativo. Este es un libro que no contiene filosofía, mas bien misterios divinos.
El secretismo que siempre ha rodeado a este libro, acompañándole durante la historia, hace que no exista una edición impresa en hebreo hasta el año 1562, lo que convierte la edición latina de Guillaume Postel, editada en París, en 1552, como la más antigua.
Como sucede con el "Zohar" o "Libro del esplendor", supuestamente redactado por Moisés de León, genera discrepancias sobre su fecha de aparición y su autoría, pues la tradición hebrea lo atribuye a los patriarcas postdiluvianos, aun no estando recogido en el Talmud. Véase. "Cábala y libros sagrados".
Los 32 misterios del corazón.
El Sefer Yetzirah comienza hablando de los 32 senderos maravillosos de sabiduria, el número 32 parece convertirse en el número vertebral de este texto. El principio de la Torah y su final son la letra Beth y la letra Lamed. La guematría más frecuente en los textos cabalistas alude a uno de los misterios más bellos de la Torah, que al comenzar por Beth y finalizar por Lamed, asocia este proceso al corazón, en hebreo, Lev.
Este número son los 32 senderos que recorre un alma en su viaje ascendente por el Árbol de la Vida, desde Malkuth a Kether, desde la tierra hacia el cielo, desde bajos niveles de conciencia a altos niveles de conciencia, desde la ignorancia espiritual a la iluminación de la conciencia del amor puro. Véase "Cábala y sanación"
El Zohar o "Libro del esplendor" alude también al número 32, como el número de veces que aparece el nombre "Elohim", "Dios", en el relato de la creación. El Universo en términos cabalistas, como procedimiento de la manifestación del creador, se representa en el "Árbol de la Vida". En la Torah todos los personajes y figuras que aparecen se relacionan a este proceso de Dios.
Los principios esotéricos talmudistas aparecen una y otra vez en la Cábala. El Talmud hace mención a la doctrina Bereshit que es la primera palabra de la Biblia, refiriéndose por tanto al misterio de la creación, también hace mención a la doctrina Mercavah, con relación al carro divino de Ezequiel, de modo que se reconozca la Cábala de la Cosmogonia y la de la Teogonia.
Los estudios cabalistas nos muestran también una curiosa guematría, a partir de los nombres de Dios: EHIEH, IH, IHWH y EHIHWH, que suman por separado 32. El Sefer Yetzirah describe la creación en un lenguaje diferente al del Génesis, un misterio de la creación íntimamente unido al presunto autor del Sefer Yetzirah, el profeta Abraham, que nos habla de las verdades reveladas y las verdades ocultas del "Libro de la creación". El Zohar menciona al profeta como "Reshit" el comienzo de todo, y que gracias a su atributo "Hessed" se edifica el mundo.
En términos cabalísticos las Sefirot, son las diez enmarcaciones a través de las cuales Dios creo el mundo. Este diagrama del árbol de la vida tiene la finalidad de abrir el acceso a las capacidades escondidas del alma. Es un sistema de teosofía práctica, que conecta las diez Sefirot o enmarcaciones sagradas, concepciones puramente objetivas, a través de veintidós senderos de conciencia subjetiva, recorriendo por tanto, las treinta y dos sendas por las que el alma pasa en su realización del Cosmos. Véase " Las diez Sephirots" un interesante estudio del ocultista francés de principios del siglo XIX, Eliphas Levi.
Para finalizar esta introducción antes de comenzar con el estudio puramente cabalista, cabe destacar que el comienzo de la Torah por la letra Beth y su finalización por la letra Lamed, forman la palabra Lev "Corazón", porque la Torah solo puede ser comprendida con el corazón. De igual modo ocurre con el Sefer Yetzirah, que comienza con los 32 misteriosos caminos de la sabiduría espiritual. Además, si multiplicamos los valores numéricos de ambas letras (2 x 30 = 60) obtendremos la guematría de Kli "recipiente", mostrando que el corazón es el único recipiente que puede asomarse al misterio de la creación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario